enero 2019 - Página 4 de 4 - Zendental

Consejos para cuidar tu boca en vacaciones

¿Sabías que después de las vacaciones aumentan las visitas al dentista? 

Te damos unos consejos para evitar problemas bucodentales:

1. NO DESCUIDES TU HIGIENE ORAL.

Intenta, en la medida de lo posible, no saltarte el cepillado dental después de las comidas y antes de ir a dormir.

Reduce las prisas y deténte a limpiar tu boca. Dedica el tiempo necesario al cepillado. Limpia entre tus dientes con el hilo dental.

Puedes llevar un cepillo y pasta de bolsillo si estás fuera de casa.

Si ésto es imposible, recuerda recurrir a masticar chicle durante unos 20 minutos para producir más saliva y reducir el ataque de los ácidos al esmalte dental.

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2. CONTROL CON LOS DULCES.

En estas fechas comemos dulces típicos que suelen tener elevadas cantidades de azúcar como refrescos o helados.

Aumenta también la frecuencia en ingerirlos (casi a diario) y se modifica el patrón de consumo (muchas veces entre horas).

Siempre que puedas elige dulces artesanos y/o caseros, realizados con materias primas naturales. Si los prefieres de chocolate, recordarte que el chocolate de elección es el negro (puro o más del 70%) por su menor contenido en azúcar y sus beneficiosas propiedades cardioprotectoras y antioxidantes.

3. NO OLVIDES TU ALIENTO.

El alcohol, el tabaco, los condimentos, las grasas o las especias son culpables de la aparición de halitosis.

Evita sorpresas desagradables manteniendo tu higiene oral habitual. No olvides la lengua (has de cepillarla también).

En el mercado existen diversas gamas de colutorios contra el mal aliento que pueden convertirse en buenos aliados durante estos días.

4. ALIMENTOS DUROS. 

Masticar estos alimentos, sin precaución, puede suponer la fractura de dientes naturales o postizos.

Es frecuente que los pacientes aparezcan con dentaduras rotas, dientes dañados o empastes caídos por no haber tenido presente esta consideración.

Si llevas aparato de ortodoncia, no debes probarlos porque se despegan los brackets.

5. QUE NO SE MANCHEN TUS DIENTES

El exceso de café, vino tinto o alimentos condimentados pueden manchar tus dientes, prótesis y aparatos de ortodoncia.

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6. CUIDA TUS DIENTES DE LOS ÁCIDOS Y PREVÉN LA SENSIBILIDAD DENTAL

Las bebidas ácidas y azucaradas en exceso dañan el esmalte dental, así como las bebidas con burbujas (refrescos o vinos espumosos).

El consumo de bebidas frías aumenta en estas fechas, pero si padeces dientes sensibles deberás evitarlos en grandes cantidades.

7. NO DESCUIDES TU ATENCIÓN DENTAL NI LA POSPONGAS

En vacaciones tienes más tiempo para acudir a tu dentista. Aprovecha y solicita una revisión dental a tiempo para evitar disgustos.

Si estás realizando un tratamiento dental, sigue las indicaciones de tu odontólogo. No suspendas citas injustificadamente y aclara siempre tus dudas en el gabinete.

Si tocaba tu revisión hace unas semanas, no la retrases más. Si tienes algún diente dañado, puede que empeore y tengas que buscar atención en urgencias o medicarte para el dolor que puede surgir.

Frecuentemente también puede ser necesario acudir al dentista después de las vacaciones para realizar una limpieza dental estética (que elimine manchas y sarro acumulado).

¿Cómo y cuándo debo empezar a limpiar los dientes de mi bebé?

Existen ciertos cuidados especiales que debemos tener frente a la salud dental de nuestros hijos ¡Conócelos!

Como padres siempre priorizaremos la salud de nuestros hijos. Esto no se limita únicamente al hecho de cuidarlos del frío para evitar un catarro, o garantizar una alimentación balanceada para ayudarlos a crecer sanos y fuertes, pues hay muchos otros aspectos igual (o más) importantes en los que debemos trabajar para asegurarles un buen futuro. La salud dental de nuestros hijos es, por ejemplo, una de aquellas facetas que debemos atender con suma dedicación, puesto que esta no sólo les permitirá sonreír con total tranquilidad y lucir una bella dentadura, sino que evitará que se genere cualquier enfermedad como la gingivitis y las caries.

Por lo general, en Zen Dental recomendamos que nuestras pacientes cuiden de su salud dental con mayor atención cuando se encuentran en estado de embarazo, pues ésta afecta directamente la salud y el desarrollo de su bebé. Además hacemos énfasis en la importancia de la etapa de la lactancia ya que, del mismo modo, tiene importantes repercusiones en la salud bucal del hijo recién nacido. Lo anterior con el fin de reafirmar que los cuidados dentales de nuestros pequeños deben ser atendidos desde los primeros instantes. Sin embargo, a medida que nuestros pequeños van creciendo, los cuidados bucodentales también empiezan a evolucionar, por tal motivo debemos saber cuándo y cómo desempeñar esta tarea adecuadamente.

Durante las etapas más tempranas de la niñez, generalmente los primeros dientes en erupcionar son los incisivos inferiores y luego los superiores alrededor de los 4 a 7 meses de edad. A estos pequeños dientecillos se recomienda limpiar utilizando gasa húmeda sobre la superficie de éstos y la encía circundante. Este es un ejercicio de sumo cuidado para evitar lastimar los tejidos del bebé. Sobra decir que el uso de la seda dental y el enjuague están de más. Luego, en los meses posteriores, los dientes contiguos a los incisivos erupcionan, al igual que los primeros molares y los caninos. En este punto debemos empezar a implementar el cepillo, pues la superficie oclusal, o cara masticatoria del diente no puede ser limpiada de otro modo. Sin embargo la elección del cepillo es importante, ya que éste debe ser apto para la boca del niño; las cerdas suaves, un cabezal pequeño y un mango para adultos, son las características básicas con las que el primer cepillo debe contar.

Una vez la mayoría de los dientes ha salido, es importante que empecemos a utilizar la seda dental, dado el contacto que habrá entre ellos. Dicho contacto se convertirá en el ecosistema ideal para la acumulación de comida y, consecuentemente, para la incubación de las bacterias causantes de las caries interproximales (las cuales son las más comunes en niños y adultos). Eso sí, cabe aclarar que la utilización de la seda dental en un bebé requiere cierto grado de habilidad, pues se puede lastimar al niño. Uno de nuestros expertos en Odontopediatría puede darte una asesoría previa para evitar cualquier daño.

A lo largo de los tres primeros años de vida, el cuidado de la boca del niño no requiere el uso de la pasta dental. El cepillo y la seda hacen el trabajo necesario en aquel periodo. Aunque en el momento que decidas implementar la pasta dental, es fundamental que ésta sea especial para niños, la cual cuenta con un mayor porcentaje de flúor, y que se utilice en cantidades mínimas para evitar llenar de espuma la boca del bebé.

En resumen, el cuidado bucal de nuestros hijos es fundamental para garantizarle una excelente calidad de vida. Una boca sana favorece distintos aspectos de la vida, especialmente al tratarse de personitas tan vulnerables como un bebé. Aplica los consejos (pre y postnatales) que Zen Dental te comparte para que tu bebé tenga una sonrisa hermosa y saludable.

Prótesis para la salud bucodental de pacientes en la tercera edad

Una prótesis dental es un elemento artificial destinado a restaurar la anatomía de una o varias piezas dentarias, restaurando también la relación entre los maxilares, a la vez que devuelve la dimensión vertical, y repone los dientes.

En los tiempos que vivimos los abuelos por suerte los disfrutamos muchos más años e incluso convivimos con ellos. De hecho son parte importante en la educación en muchos de los nietos de este país. Pero por desgracia no han sido educados en un ambiente en el que se cuidara la salud bucodental. Por esta razón, muchos de ellos tienen uno de estos dos problemas en la boca:

–       Pérdida de dientes

–       Enfermedad periodontal

Los más afortunados conservan algunos de sus dientes, pero éstos padecen periodontitis y se mueven. Del mismo modo, sobre ellos se suelen enganchar las prótesis con las que reponen los dientes perdidos, por lo que es muy recomendable que se les haga revisiones cada cuatro meses para prevenir la aparición de grandes caries y hacer evaluaciones de cómo está el sistema periodontal de los dientes sobre los que apoya la prótesis.

Si es necesario se realizarán tratamientos como curetajes o raspajes radiculares.

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A la mayoría de los “abuelitos” les faltan todos los dientes y suelen tener unas prótesis completas. Estas prótesis necesitan ser ajustadas y adaptadas cada cierto tiempo (cada 18 meses) para que sean lo más cómodas posibles. Se ha de saber que este tipo de prótesis se desadaptan porque las encías y los huesos van cambiando de forma y van “mermando”. De tal modo que cada vez hay menos encía sobre la que retener la prótesis.

Esto produce movimiento de la misma, desadaptación. Les provoca mucha inseguiridad a la hora de hablar y sobre todo a la hora de masticar. Terminando por generar un deterioro absoluto de la digestión oral y múltiples úlceras por roce. Por ello es muy importante que tratemos de que al menos puedan masticar sin que la prótesis se mueva;  y para ello contamos con los implantes dentales.

“Sobredentaduras”

Los implantes dentales no sólo se utilizan para sustituir dientes perdidos, sino que también se pueden usar para retener prótesis. La forma de usarlos sería la siguiente:

–       Se pondrían dos implantes en la zona del mentón (esa es una zona en la que siempre hay hueso suficiente para poder poner dos implantitos que ayuden a la retención).

–       Cuando los implantes están integrados (alrededor de 3 meses más tarde) se pone sobre ellos un sistema de bola o locator para que haga click sobre la dentadura postiza.

–       Se confecciona una dentadura postiza con el sistema macho contrario al que llevan los implantes para que se fijen sobre ellos.

Desde luego, nuestros mayores a veces son reticentes  a este tipo de tratamientos. Mi abuela sin ir más lejos, podría haber disfrutado del mismo mucho antes si se hubiera “atrevido”, pero al final se decidió cuando dejó de poder masticar, cuando su alimentación se vio tan empobrecida que su diabetes empeoró, cuando se le salía de la boca la prótesis en cada conversación. Finalmente con 83 años se atrevió y aún se arrepiente, si,  pero de no habérselo hecho antes. Verla comer con normalidad y no quejarse de las úlceritas… es la mejor satisfacción con la que cuento.

Bueno, al menos lleguemos a la sobredentadura para nuestros abuelos que lo merecen todo. No dejéis que os pase como a la abuela de José Mota

La Hora De Jose Mota Mota lleva a su abuela al dentista