A pesar del elevado índice de éxitos en los casos de tratamientos con implantes dentales, existen factores que pueden afectar y complicar los resultados satisfactorios
Los implantes dentales representan una de las soluciones más eficientes y modernas frente a la pérdida de una pieza dental. De hecho, gracias a un 98% de éxitos en los casos que se han llevado a cabo, los mismos pacientes han mostrado un creciente interés en iniciar su proceso en pro de solucionar los malestares funcionales y estéticos de su dentadura. Sin embargo, pese a todas las probabilidades de obtener un resultado deseado, los pacientes pueden llegar a sufrir distintas complicaciones tempranas o tardías en el tratamiento. Entiéndase como complicaciones tempranas, o postoperatorias, a aquellas que suceden en la etapa anterior a la colocación de las coronas dentales definitivas, mientras que las complicaciones tardías se trata de los mal llamados “rechazos de implantes dentales”, y tienden a presentarse a causa de infecciones que rodean al implante.
Aunque las complicaciones de los implantes dentales se presentan únicamente en un 2% de los casos de intervención, a continuación podemos comprender algunas de estas:
Periimplantitis
La periimplantitis es una infección que se presenta alrededor de la base de los implantes dentales y es, tal vez, la complicación “más común” en dicha materia. Esta complicación consiste en una considerable inflamación en la encía que rodea al implante, al igual que la pérdida del tejido óseo que funciona como soporte para este. Generalmente aparece cuando el paciente no lleva los hábitos de higiene sugeridos por el especialista (ver «Correcta higiene de los Implantes Dentales«), consumo de alimentos irritables o de nicotina, bruxismo, condiciones sistemáticas no controladas como la diabetes y problemas a la hora de la colocación del implante dental. La periimplantitis no es una infección fácil de detectar dado que la pérdida del hueso no se siente, sin embargo la hinchazón y el sangrado alrededor del implante pueden funcionar como aviso. La mejor manera de prevenir esta complicación, es a partir de una higiene meticulosa, reducir el consumo de sustancias demasiado fuertes y evitar ejercer demasiada presión sobre el implante mientras este se encuentra en etapa de recuperación.
Fallo en la osteointegración
Conózcase a la Osteointegración como el proceso físico que consiste en la asimilación del implante dental por medio del tejido óseo. Dicho proceso requiere un periodo entre 3 y 7 meses, dependiendo del paciente, y generalmente obtiene buenos resultados gracias a la forma de la base del implante, sin embargo, en algunos casos, la osteointegración no resulta como se espera, causando que el implante dental no se adhiera correctamente a la mandíbula del paciente, y que incluso se caiga. Naturalmente ello es causado por ejercer demasiada presión durante el periodo de recuperación, al igual que desempeñar actividades físicas de alto impacto. También pueden influir la calidad de la higiene, la calidad de los implantes dentales, el consumo de sustancias dañinas, e incluso el desconocimiento de las condiciones particulares del paciente, ya que éste puede sufrir de diabetes u osteoporosis, entre otras. Entonces, evidentemente, los cuidados necesarios para evitar dicha complicación radican en el cuidado que el paciente aplica sobre el implante dental y sobre sus actividades para reducir el riesgo de fallas de osteointegración.
Afectaciones en tejidos
Una de las complicaciones menos probables, el daño tisular, consiste en una serie de problemas que pueden causar afectaciones en el tejido que rodea al implante dental, pero más específicamente al nervio contiguo. Ello sucede cuando el implante es colocado demasiado cerca al nervio afectado, produciendo un constante contacto entre ambos agentes que pueden desembocar en un intenso dolor crónico experimentado por el paciente. Esta complicación se soluciona mediante la extracción del implante. Por otro lado, otro tejido que también puede verse afectado es el óseo, siendo víctima de fracturas. En este caso es importante que exista una buena comunicación entre el paciente y el especialista, dada la necesidad de conocer si el portador sufre de bruxismo o si padece de otra condición que afecte la resistencia del hueso.
Entre otras complicaciones está la pérdida de la función de anclaje, la gingivitis, la hiperplasia (acumulación de mucosa cuando el pilar es demasiado corto), fístulas (tornillo aflojado con movilidad del cilindro del pilar), fracturas del tornillo y fracturas del implante de titanio. No obstante cabe recordar que las complicaciones no son comunes y, en términos generales, la colocación de implantes dentales siempre tiene resultados satisfactorios.
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