Cuando hablamos de impresiones dentales, lo primero que nos llega a la mente es el proceso tradicional de vaciado o positivado con silicona pesada en cubetas especiales, mediante el cual es posible obtener réplicas casi perfectas de la arcada del paciente.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que se trata de un procedimiento algo incómodo para la persona, ya que es posible que experimente náuseas u otras sensaciones desagradables.
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La importancia de las impresiones dentales en el proceso de rehabilitación oral
Aunque con el paso del tiempo los especialistas han ideado distintos métodos para simplificar la toma de impresiones dentales tradicionales, lo cierto es que ello nunca será del todo placentero para el paciente. Por tal motivo, los avances tecnológicos han permitido la creación de alternativas innovadoras y considerablemente más agradables, como es el caso del escáner intraoral.
Ahora bien, el escáner intraoral es un dispositivo inalámbrico que cuenta con una moderna tecnología que permite obtener imágenes tridimensionales de la estructura dental del paciente. Gracias a su diseño ergonómico, no solo resulta ser un aparato de práctica maniobrabilidad para el dentista, sino un elemento clave para garantizar una mejor experiencia para el paciente y, como es apenas obvio, las impresiones tridimensionales generadas son completamente digitales, de modo que es mucho más sencillo estudiarlas, modificarlas, almacenarlas y manipularlas.
Teniendo en cuenta la importante versatilidad de las impresiones digitales que ofrece el escáner, los especialistas han extendido la variedad de tratamientos que pueden hacer uso de dichas imágenes, de modo que ahora son utilizadas para:
Detectar anomalías prematuramente
Gracias al detalle de las impresiones digitales, los especialistas pueden estudiar milimétricamente el interior de la boca del paciente, de modo que cualquier complicación futura puede ser detectada antes de que el diente erupcione. Esto puede obtenerse en casos de dientes desalineados, demasiado grandes o torcidos, entre otros.
Lógicamente, con esta información el dentista establece un plan de trabajo con el cual tratará o evitará los daños causados por una pieza irregular.
Encontrar daños difíciles de ver
Como es bien sabido, para tomar una impresión con el método tradicional se llena una cubeta con silicona pesada y se fija a la arcada del paciente. Este método tiende a complicar la detección de fracturas o daños sobre la superficie del diente, ya que estas anomalías se cubren con la silicona.
Gracias al escáner intraoral, es posible avistar cualquier daño por minúsculo que sea, como pueden ser las caries o fisuras interdentales. Así el dentista puede trabajar sobre el área dañada y evitar el progreso de cualquier enfermedad mayor.
Planear tratamientos de ortodoncia más precisos
Las impresiones dentales han sido sinónimo de tratamientos de ortodoncia desde su concepción, pero, así como todas las ramas odontológicas han evolucionado, la ortodoncia no se ha quedado atrás. Hoy en día nos encontramos con tratamientos como la ortodoncia invisible o estética, la cual funciona estratégicamente con la forma actual de la sonrisa y trabaja de manera diferente a la ortodoncia tradicional para obtener los resultados deseados.
Teniendo en cuenta la complejidad de las nuevas alternativas ortodónticas, las impresiones digitales ofrecen una mejor comodidad para diseñar aparatos de ortodoncia estética o de Invisalign.
Solucionar afecciones gingivales
Cabe mencionar que una de las principales características de las impresiones digitales, es que son modelos a color muy precisos capaces de replicar el estado actual de la boca sin alteraciones. Esto les permite a los especialistas detectar complicaciones en el tejido periférico a los dientes, como inflamaciones, heridas o infecciones, entre otras situaciones que pueden comprometer la salud del paciente y el estado de su dentadura en general.