Durante siglos cualquier infección que tenía lugar en algún diente tenía como resultado la extracción de la pieza.
En 1447 un médico recién licenciado de la universidad de Padua llevó a cabo el primer empaste conocido, mediante el vaciado de la muela con un taladro manual, posteriormente se rellenaba de oro y después se cauterizaba aplicando un hierro candente. En este punto hemos de agradecer a Alfred Einhar, descubridor del primer anestésico local sintético su inventiva ya que desde luego nos ahorro muchos dolores de muela….