La ortodoncia infantil constituye un factor importante durante las primeras etapas del desarrollo dental

Como es bien sabido, el desarrollo físico es inherente a la niñez, causando alteraciones a lo largo del cuerpo tales como el aumento de estatura. Sin embargo, el crecimiento óseo también se evidencia en cada dimensión de la estructura maxilar. Naturalmente, a medida que la cavidad bucal se ensancha, las piezas dentales presentan un considerable desplazamiento, lo que tiende a resultar en grandes espacios entre cada diente (diastema) o bien, presentando un apiñamiento entre ellos. Además también pueden aparecer problemas en la erupción del diente o maloclusión, entre otros.

En vista de la gran cantidad de afectaciones dentales que pueden sufrir los menores durante su crecimiento, los especialistas han creado una importante rama de la odontología conocida como Ortodoncia Infantil u Ortodoncia Interceptiva.

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Cuando hablamos de Ortodoncia, nos referimos a la especialización de la Odontología encargada de estudiar, prevenir, tratar y corregir las malformaciones óseas que afectan el estado del entorno dentomaxilofacial, buscando restaurar las cualidades estéticas y funcionales de la mordida.

No obstante, podemos decir que los resultados de la Ortodoncia resultan más prácticos y efectivos durante la etapa de la infancia, la cual se extiende desde los 6 hasta los 11 años, ya que durante ésta la flexibilidad ósea permite ajustar las malposiciones o deformidades existentes, con el objeto de poder lucir una sonrisa armoniosa durante la adultez.

En ese orden de ideas, en Zen Dental recomendamos que los padres lleven a sus hijos a su primera revisión con el odontopediatra a partir de los 3 años, por lo menos una vez al año, para detectar errores de maloclusión esquelética que deban tener un tratamiento precoz antes de la aparición de los primeros dientes. Así mismo, las visitas al ortodoncista deben empezar entre los 7 y los 8 años, dado que es el momento en que existe una erupción definitiva de los incisivos superiores e inferiores, además de un considerable desarrollo óseo que nos permite diagnosticar la necesidad de corregir anomalías con premura. Por otro lado, de no ser necesario iniciar un tratamiento ortodóntico, lo correcto es asistir a dos o tres controles anuales para mantener una supervisión al orden y el estado de las nuevas erupciones.

Otro aspecto que caracteriza a los tratamientos de ortodoncia, es el uso de aparatos diseñados para ejercer diferentes tipos de fuerza, las cuales trabajan para corregir la posición una o varias piezas de la estructura dentomaxilofacial. Empero, dentro de la ortodoncia infantil lo más normal es implementar dichos aparatos a partir de los 7 años por los motivos anteriormente expuestos. A grandes rasgos, los aparatos de ortodoncia infantil se dividen en dos grandes grupos:

• Aparatos fijos: Los aparatos fijos son aquellos que van cementados a la superficie del diente. Los brackets; el aparato de ortodoncia fija más reconocido, trabaja sobre cada diente de forma exacta, ayudando a obtener una oclusión perfecta.
• Aparatos removibles: Los aparatos removibles, como su nombre lo indica, con dispositivos que cuentan con la capacidad de ser quitados y colocados nuevamente. Éstos son, generalmente, fabricados en acrílico y alambre, y cuentan con pequeños ganchos diseñados para sostenerse en los molares. Al tratarse de aparatos que trabajan aprovechando el crecimiento, no son útiles para el uso adulto, pues estos funcionan estimulando la corrección de los defectos óseos como la presencia de un paladar estrecho u ojival, el cual provoca una mordida cruzada posterior.

Los especialistas recomiendan utilizar estos aparatos en la noche y alrededor de 4 y 6 horas al día, pues naturalmente los resultados aparecerán con mayor rapidez y notoriedad entre más tiempo se lleven puestos.

Las alteraciones dentales a temprana edad son normales; se considera que por lo menos el 80% de la población infantil presenta anomalías de algún tipo (algunas más leves que otras), por lo que resulta fundamental mantener un contacto cercano con el odontopediatra, así como las consultas anuales. De este modo podemos evitar que nuestros hijos sufran de malestares en su mordida que puedan agravarse y desembocar en daños aún más perjudiciales durante etapas más maduras.

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Recuerda que además del uso de los aparatos ortodónticos, la higiene y la alimentación juegan un papel crucial para el bienestar bucal de los niños. Así que si te interesa conocer todos los cuidados necesarios para garantizar una mejor calidad de vida para nuestros hijos, puedes ponerte en contacto con Zen Dental.

Somos una clínica especializada en cuidados y tratamientos no invasivos, con el fin de reducir la ansiedad de nuestros pacientes y evitar que sientan ansiedad antes de asistir al dentista.

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