Es importante saber que el bruxismo, más allá de ser un simple hábito inconsciente que consiste en apretar y/o rechinar los dientes, es un ejercicio completamente perjudicial para nuestro bienestar.
Esta presión puede sensibilizar y debilitar nuestros músculos faciales, causar dolor de cuello, tensión cervical, desgaste e hipersensibilidad dental, jaquecas, mareo, quiebres en el diente, pérdida del esmalte, etc.
Teniendo en cuenta, pues, que el bruxismo es un hábito dañino y que hay una extensa población que padece de éste, Zen Dental te presenta algunos consejos para tratarlo:
- Ejercicios de fisioterapia: Si te pones en contacto con nuestro equipo especializado, podrás conocer algunos ejercicios prácticos para reducir la tensión que presiona la mandíbula. También puedes encontrar consejos en internet o hablar directamente con un terapeuta que te ayude.
- Férulas rígidas: En una clínica especializada en tratamientos ortopédicos para solucionar afectaciones dentomaxilofaciales es posible acceder a una férula que te permita reducir la fuerza que ejerces sobre los dientes. Cabe mencionar que estas férulas deben ser fabricadas en resina rígida y no en silicona blanda, o el tratamiento no funcionará.
- Manzanas y zanahorias: Más allá de los beneficios que estos alimentos traen para la salud del paciente, es recomendable que se mastique con paciencia y lentitud para relajar la mandíbula hiperactiva hasta el punto de la relajación.
- Relajantes musculares: Hay fármacos naturales (o prescritos por un especialista) que ayudan a relajar la zona en la que se ejerce la presión que nos obliga a apretar o rechinar los dientes, así como los músculos cervicales y del cuello que se resienten a causa del hábito.
- Lleva una vida más tranquila: Organiza tu día a día, planea tus tareas, haz ejercicio, aléjate de entornos perjudiciales o realiza pequeños ejercicios de yoga antes de dormir. Cualquier actividad que te ayude a estar alejado del estrés (la principal causa del bruxismo) resultará favorable para tu salud.