Aunque se trate de pequeños elementos que no siempre se encuentran a la vista, sabemos que nuestros dientes son un aspecto fundamental para nuestra vida social, ya que una sonrisa bella y saludable son el reflejo de una mejor calidad de vida.
Sin embargo, una buena dentadura también tiene importantes efectos en nuestra salud, de modo que es crucial mantenerla siempre sana y reluciente.
Más allá de los trucos y claves para gozar de una sonrisa atractiva, en la Clínica Dental Las Rozas somos conscientes que el verdadero secreto para mantener una dentadura de ensueño es llevar una rutina de cepillado e higiene. Por tal motivo, a continuación, te explicaremos cómo realizar un buen cepillado.
1. Enjuaga antes de cepillar
Un consejo de los expertos para llevar una buena rutina de higiene dental, consiste en preparar tu boca antes de empezar a pasar el cepillo. Para ello, es importante que hagas uso del enjuague bucal por un minuto, de modo que puedas eliminar la mayor cantidad de residuos de comida e impurezas, y luego enjuagar con abundante agua.
Así tu boca estará preparada y la labor del cepillo será más efectiva.
2. Movimientos lineales cortos
Uno de los hábitos incorrectos que se han popularizado a la hora de cepillarse los dientes, es el hecho de realizar movimientos largos de arriba a abajo. La verdad es que lo correcto es efectuar movimientos lineales cortos desde la encía hasta el borde del diente, de modo que no se estén arrojando todos los residuos de una arcada a la otra.
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3. Movimientos circulares en la parte trasera
Teniendo en cuenta que los molares son piezas mucho más voluminosas, es lógico que sea necesario cubrir una mayor superficie del diente para obtener una buena limpieza. Lo aconsejable es realizar movimientos circulares en la parte superior del diente, con el fin de eliminar cualquier rastro de comida acumulada entre los surcos de la corona.
4. No olvides ningún rincón
Ten en cuenta que la estructura dental es un entorno completamente accidentado, lleno de pequeñas aberturas e irregularidades. La rutina del cepillado debe ser un ejercicio de paciencia y dedicación, donde recorras cada punto de tu boca con detenimiento.
Recuerda pasar el cepillo por la cara trasera de los dientes, entre el diente y el labio, las mejillas y debajo de la lengua.
5. Recuerda limpiar tu lengua
Hablando de la lengua, ¿sabías que ésta acumula más bacterias que el resto de la boca? Con esto te invitamos a cepillar cuidadosamente tu lengua, eliminando la capa blanca que la recubre y causa el mal aliento. Asimismo, puedes adquirir un limpiador de lenguas que te facilite esta tarea.
6. Utiliza la seda dental
Una vez has terminado tu rutina con el cepillo, es hora de eliminar las bacterias y los residuos de las partes más difíciles de alcanzar. Para ello debes tomar una pequeña porción de la seda dental, envolverla entre tus dedos y pasarla cuidadosamente entre tus dientes. Este resultado también lo puedes alcanzar con la ayuda de un cepillo interproximal.
Recuerda hacer un movimiento que tenga contacto con ambos dientes, pero, sobre todo, evita lastimar tus encías.
7. Vuelve a enjuagar
Por último, vuelve a tomar un poco del enjuague bucal y muévelo en tu boca durante dos minutos. Esto permitirá que todos sus componentes actúen correctamente y eliminen cualquier rastro de bacteria que aún permanezcan en tu boca.
Además…
● Cambia de cepillo cada tres meses, o después de haber estado enfermo.
● Guarda tu cepillo en un lugar seco para evitar la acumulación de hongos.
● No compartas tu cepillo para prevenir la transmisión de bacterias.
● Limpia cuidadosamente el cepillo luego de haberlo usado.
Ten en cuenta la importancia de llevar a cabo esta rutina tres veces al día después de cada comida.