La caries dental es uno de los problemas de salud bucal más frecuentes en los países industrializados. Afecta entre el 60 y el 90 % de los niños en edad escolar y la gran mayoría de los adultos.
Normalmente la saliva amortigua el efecto de los ácidos contenidos en los alimentos sobre el esmalte dental y proporciona un depósito adicional de minerales. Cuando se altera el equilibrio y los ácidos exceden la capacidad de mineralización de la saliva, se rompe el esmalte. Si la caries no es tratada, el esmalte se debilita, se forma una cavidad y el diente se destruye progresivamente. Pero ¿cuáles son las causas de ese desequilibrio? En esta nota analizaremos cinco razones para la formación de caries.
Los cinco motivos más habituales de la formación de caries
– Consumo de alimentos difíciles de disolver en la saliva: hay alimentos que son más difíciles de disolver en saliva que otros, por ejemplo, lácteos, helados, bebidas gaseosas, miel, azúcar, frutos secos, galletas, caramelos duros, cereales secos y papas fritas. Junto con la falta de higiene bucal adecuada, estos alimentos se adhieren más fácilmente al esmalte y favorecen la formación de placa dental conduciendo a la aparición de caries, ya que la saliva no los disuelve en forma eficiente.
– Consumo frecuente de comidas y bebidas azucaradas: los snacks, ricos en grasas saturadas, sal y azúcar; las bebidas azucaradas, refrescos, soda y otros líquidos, alimentan las bacterias de la boca que producen ácidos. Así ayudan a la formación de una capa de ácido sobre los dientes en forma continua alterando el equilibrio entre ácidos y minerales de la saliva.
– Inadecuada higiene dental: un cepillado inadecuado y sin la frecuencia necesaria permite la rápida formación de placa y aparecen las primeras fases de las caries. El cepillado diario o después de comer y beber y el uso de hilo dental son hábitos saludables y ayudan a prevenir la formación de caries junto con los tratamientos o suplementos fluorados. La placa mantiene los ácidos en contacto con los dientes e impide la acción disolvente y remineralizante de la saliva.
– Falta de flúor: el flúor ayuda a prevenir las caries y puede revertir el proceso de formación de caries en sus etapas iniciales. Debido a sus beneficios, el flúor se añade a los dentífricos, enjuagues bucales y al suministro de agua de red. El agua embotellada por lo general no contiene flúor. El flúor actúa en el proceso de mineralización de la saliva endureciendo los minerales depositados por esta.
– Problemas de salud: problemas de salud como la sequedad bucal causada por medicamentos y quimioterápicos, el reflujo gastroesofágico y trastornos de la alimentación como la bulimia y anorexia. Estos problemas interfieren en la producción de saliva y provocan el aumento de ácidos en la boca.
El reflujo hace que los ácidos estomacales suban hasta la boca causando un daño importante en los dientes. El riesgo de padecer caries aumenta también en adultos mayores que toman medicamentos para disminuir la salivación, lo que agrava el deterioro causado por la edad. Las caries también pueden ser consecuencia de enfermedades bucales como las de las encías.
Recomendaciones
Para prevenir la formación de caries recomendamos:
– Practicar una adecuada higiene dental.
– Reducir el consumo frecuente de azúcares.
– Visitar al dentista regularmente.
– Considerar el uso de selladores dentales.
– Adoptar una dieta saludable, rica en frutas y vegetales frescos que aumentan la producción de saliva.
En conclusión
Como hemos visto, las caries son el resultado de una combinación de factores que contribuyen a la formación de la placa y el desequilibrio entre la saliva y los ácidos de los alimentos.
La mejor prevención es una alimentación saludable y buenos hábitos de higiene dental. ¿Lo sabías?