¿Ir al dentista es una de las tareas que sueles omitir o dejar para lo último? Si es así, eres parte de la gran mayoría que solo consulta a su odontólogo cuando realmente tiene un dolor en una muela o cualquier otra urgencia dental. ¡Grave error!, tu salud oral debe ser controlada y verificada con la debida regularidad si quieres tener dientes y encías sanos.
Muchas personas creen que con lavar su boca tres veces al día, la tarea ya está hecha; otros, con un poco más de conocimiento, utilizan enjuagues bucales o sedas dentales, pero esto solo es parte del proceso. Si quieres tener unos dientes saludables y fuertes, la periodicidad de ir al dentista debe ser por lo menos cada 6 meses. Una revisión semestral garantizará la prevención de caries y placa bacteriana que se acumula en los dientes y encías respectivamente.
¿En qué casos se debe acudir al dentista con más frecuencia?
En el caso de los niños entre 6 y 8 años, pues a esa edad, los pequeños están cambiando de dentadura y es importante enseñarles a cuidar esos nuevos dientes, ya que serán los que tendrán durante toda la vida. Además, es importante que los ayudes a ir al odontólogo sin miedo. Es decir, enséñales que el dentista es un especialista amigable que va a ayudarlos a tener siempre una sonrisa sana.
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Por otro lado, las visitas al dentista deben ser más constantes para los fumadores, quienes no se alimentan óptimamente (alto consumo de azúcares, frutas cítricas, licores como vinos, entre otros), quienes padecen enfermedades crónicas e incluso las mujeres en estado de embarazo, pues todas estas condiciones hacen que los dientes se vuelvan sensibles y se puedan generar fracturas u otro tipo de afecciones en la salud bucal de estos pacientes.
A su vez, las personas que estén bajo un tratamiento odontológico, ya sea ortodoncia o periodoncia, quienes tengan bruxismo o quienes se hayan realizado algún tipo de implante dental también deben consultar al dentista con la periodicidad indicada. Estos tratamientos requieren un seguimiento respectivo para que se llegue a feliz término.
Recuerda que entre mejor cuides tus dientes, mejor va a ser tu salud oral. Cuando visites al dentista solicita una limpieza bucal. Esta te aportará los siguientes beneficios:
- Prevención de caries y sarro que puede resultar en un frecuente mal aliento e incluso en la pérdida de algún diente.
- Recuperación del color blanco natural de los dientes, a través de la eliminación de las manchas que se generan por el alto consumo de bebidas negras o gasificadas. De esta manera, se evitarán los blanqueamientos artificiales.
- Limpieza de encías, lo que ayudará a evitar inflamaciones y problemas periodontales que también pueden causar la pérdida de algunas piezas dentales.
Si eres de los que visita al dentista dos veces por año, estás haciendo un excelente trabajo. Sin embargo, no olvides ayudar a tu salud oral con el enjuague diario después de cada comida. Aquí se debe prestar especial atención a los dientes, muelas y lengua. Así como utilizar de manera correcta y continua la seda dental, pues este elemento es el encargado de ir más allá de donde llega el cepillo dental y elimina los residuos difíciles de remover.
No dudes en visitar a tu dentista por lo menos dos veces al año, según tus hábitos de cuidado oral. Él te indicará qué procedimiento es el adecuado en tu caso y cuándo debes volver a consulta. Recuerda que la sonrisa será siempre tu carta de presentación. Así que… ¡cuídala!