Los estudios demuestran que el 95 por ciento de la población adulta sufre de caries, lo cual podría reducirse significativamente siguiendo consejos simples en nuestra rutina diaria. He aquí algunas ideas para que te olvides de este molesto apdecimiento.
Caries: consumos y prácticas que debemos evitar
1. Mala limpieza bucal. No solo es lavarse los dientes, más bien es hacerlo de la forma adecuada. Debes usar el cepillo, hilo dental y enjuague para acceder a lugares donde se acumula la placa bacteriana como la línea de encías y espacios entre los dientes. La placa acumulada por un mal cepillado solo acabará en la formación de caries.
2. Consumir azúcares en exceso. Las bacterias orales se alimentan principalmente de azúcares, aumentando la producción de ácidos que acaban dañando tus dientes. Comer o tomar en exceso entre comidas productos que las contengan provocarán que se segregue un mayor número de ácidos causante de daños en tu superficie dental.
3. Cepillarse justo después de comer. La medida de acidez varía cuando ingerimos alimentos. Cuando el nivel en tu boca es muy alto, debilita el esmalte, facilitando que aparezcan enfermedades bucodentales.
Si ingieres alimentos ácidos, se elevará el pH de tu boca y tu esmalte estará más sensible de lo normal, provocando que la fricción de las cerdas del cepillo lo dañen y dejen espacio para bacterias agresivas. Se recomienda esperar al menos media hora después de comer para lavar tus dientes.
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4. Aparatos de ortodoncia. Aunque los brackets son un auxiliar para corregir la dentadura, también aumentan el riesgo de sufrir caries. Esto se debe a que entre los alambres y soportes se acumulan residuos de alimentos, complicando que se eliminen con el cepillado. Para evitarlo, se recomienda usar aparatos especiales para limpiar brackets.
5. Consumir algunos fármacos. Los antidepresivos, inhaladores para el asma, relajantes musculares y descongestionantes nasales, etc. pueden contribuir a que aparezca caries en tu boca por la resequedad que sufre.
También, los productos suplementarios como jarabes y vitaminas en caramelo o en gomitas contienen endulzantes que se adhieren a la dentadura por más tiempo y provocan la aparición de algunas bacterias dañinas para tus dientes. Es recomendable la limpieza bucal luego de ingerirlos.
6. Consumir alcohol en exceso o fumar. La pérdida de fluido salival es una de las consecuencias por el consumo de tabaco y alcohol. Esto multiplica la producción de bacterias cariogénicas y el daño a la dentina.
Se recomienda consumir frutas o verduras, como el apio, el cual aumenta la producción de saliva y elimina las manchas provocadas por estos hábitos.
7. Trastornos alimenticios. No tener una dieta equilibrada genera deficiencia de algunos elementos necesarios para una buena salud dental. El calcio, por ejemplo, es imprescindible para nuestros dientes y no consumirlo debilita las piezas dentales.
La anorexia o la bulimia pueden provocarte desgaste porque, al vomitar, bañan los dientes con ácido estomacal, debilitándolos y exponiéndolos a bacterias.
8. No incluir flúor en tu dieta. Este mineral se encuentra en la mayoría de las pastas dentales, pero también puedes consumirlo de manera natural. Una forma es ingiriendo pescados azules, mariscos, carne de cerdo, etc.
El consumo de estos alimentos remineralizará tus dientes, ayudando a que estén sanos y resistan la formación de caries.
9. Saltarse las visitas al odontólogo. El poco tiempo que tenemos libre nos hace prolongar las visitas al odontólogo, pero no hacerlo aumenta el riesgo de que tus dientes sufran las consecuencias. Una visita al menos cada seis meses evitará muchos problemas bucodentales.
Como se puede ver, nuestros hábitos de higiene bucal influyen en evitar la aparición de caries. Por otro lado, es importante seguir una buena rutina del cuidado diario junto a las visitas periódicas a nuestro profesional de la salud dental.