La microabrasión del esmalte es una de las técnicas más utilizadas en la odontología para erradicar las coloraciones por desmineralización en los dientes. Puede brindarte una sonrisa reluciente y sin manchas. Aprende en qué consiste.
¿Cómo se hace el procedimiento?
Después de una valoración odontológica, el proceso comienza con la aplicación de ácido clorhídrico y sílice (es el químico que se usa para eliminar las manchas, blancas y marrones y las alteraciones del esmalte dental).
El odontólogo procederá a pulir la capa del esmalte mediante instrumentos como la fresa, que tiene una punta de goma, hasta lograr la uniformidad en el tono de la pieza dental.
Todo dependerá del tipo de microabrasión que tu dentadura requiera para lograr un diente más blanco. Existen tres formas de realizar la técnica.
1. La microabrasión neumática. Es el paso previo a la microabrasión química. Este sistema incluye un neumático que permite eliminar la parte superficial del esmalte justo en el lugar donde se necesita. Eso sí, solo se trabajará en la capa superficial del esmalte a una profundidad de 25 a 50 micrones.
2. Microcorrosión con ácido hidroclorhídrico. Se usa específicamente para eliminar las manchas de color café. Suele aplicarse con un algodón impregnado de ácido hidroclorhídrico al 18 % durante 5 minutos. Luego, toca lavar con hipoclorito de sodio al 5 % y, luego, con agua normal. Mediante esta técnica se consigue una reducción del esmalte de 100 a 47 micras.
3. Microabrasión químico-mecánica. Para esta técnica se usa un ácido abrasivo con un efecto quelante, usualmente con sílice y ácido. Todo se frota con un material acrílico. El procedimiento debe ser llevado a cabo con protección ocular y una aislación absoluta para evitar los incidentes.
Los odontólogos recomiendan que esta técnica se aplique de forma manual, ya que produce menos desgaste que la técnica mecánica. Por eso, es realmente importante que acudas a un profesional especializado.
¿Cuándo hacerse una microabrasión?
En nuestra clínica de estetica dental Las Rozas sabemos que cada caso es diferente y requiere de una evaluación. Sin embargo, la eliminación de las manchas dependerá del esmalte y pigmentación de las piezas dentales. ¿En qué casos se puede considerar el procedimiento?
- Después de usar brackets. Si el tratamiento de ortodoncia generó manchas leves en los dientes, sería un caso para hacer una microabrasión. El odontólogo deberá establecer de qué tipo y medir el desgaste que el paciente podría asimilar.
- Manchas de pigmentación. Si el paciente tuvo lesiones leves de caries que le hayan dejado secuelas de manchas oscuras, la técnica recomendada para ello será una microabrasión dental.
- Hipoplasia. Si durante la niñez y la adolescencia se generó una alteración del esmalte, esta es denominada hipoplasia del esmalte. Este defecto puede ser mejorado o incluso corregido con esta técnica dental.
Si toda la dentadura mejora con la microabrasión, será un éxito. Pero si queda algo por hacer para alcanzar una sonrisa reluciente, seguramente el odontólogo recomendará un blanqueamiento.
Las técnicas de blanqueamiento más recomendadas por los profesionales son las que emplean una baja concentración de peróxido y una alta frecuencia, pero todo dependerá del objetivo que se desee alcanzar con la dentadura.
Si tu procedimiento debe ser inmediato y efectivo, la técnica dental más adecuada será la que incluye una alta concentración de peróxido. Pero esto puede dejarte un alto nivel de sensibilidad dental y es algo que tendrás que comunicar al odontólogo para que no tengas sensaciones incómodas.
La combinación de ambas técnicas odontológicas (microabrasión y blanqueamiento), aplicadas con un tratamiento amable, detallado y gentil, logra eliminar casi en su totalidad los defectos dentales, manchas y descalcificaciones del esmalte. ¿Te ha quedado todo claro?
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