Desde bien pequeños estamos escuchando sobre la salud bucal. Nuestros padres nos enseñan a cepillarnos y nos regañan continuamente cuando no lo hacemos o si lo realizamos de manera errónea. Que miedo cuando nos llevan por primera vez a esas raras clínicas que parecen naves espaciales, y vemos a esos doctores disfrazados con sus trajes de astronautas que vienen armados de esos pequeños aparatos que hacen un ruido horrible. Pero no siempre pensaremos así.
El cambio de especialista
Es verdad que esas primeras vistas son realmente escalofriantes, todo nos asusta: el olor, el sabor, el sonido… Pensamos que nunca habrá nada que nos haga apreciar esas visitas, y tememos cada vez que se acerca la fecha de regresar, pero todo cambia con la llegada de la adolescencia. ¿Qué adolescente no quiere tener una dentadura impecable?, ¿quién de ellos no quiere lucir sus blancos dientes y presumir?
El dentista que se encarga del correcto desarrollo de nuestros dientes desde las primeras edades es el odontopediatra. Acudimos a él estando muy pequeños, cuando nos salen los primeros dientes, por lo general sobre los seis meses. Pero no es hasta los tres años cuando comienzan a llevarnos de manera sistemática a las consultas.
Existen variedades de opiniones sobre la edad adecuada para comenzar a visitar al odontólogo. Algunos plantean que los odontopediatras deberían tratar tanto a niños como adolescentes debido a que tienen un mayor conocimiento sobre las primeras enfermedades y malformaciones dentarias. Clínicas odontológicas y servicios de élite alrededor de todo el mundo tienen diferentes pensamientos sobre este tema.
La odontopediatría en Madrid, en clínicas insignes españolas discuten constantemente sobre los límites de edades adecuados para cada especialidad. No obstante, en sentido general, se recomienda que, desde el inicio del cambio dentario y la aparición de los primeros dientes permanentes, se debe acudir a las consultas de odontología general.
Servicios odontológicos ofrecidos a los adolescentes
Existe una amplia gama de servicios odontológicos a los cuales tienen acceso los adolescentes. La mayoría de las clínicas brindan las mismas atenciones básicas indispensables, entre las cuales encontramos:
1. Operaciones dentales, así como el manejo y tratamiento de las caries.
2. Terapéuticas pulpares.
3. Rehabilitación utilizando brakers y coronas.
4. Manejo de todas las infecciones orofaciales.
5. Ortopedia maxilar preventiva.
6. Tratamiento odontológico integral bajo anestesia general y sedación.
El tener estas alternativas ofrecidas por las clínicas no debe acomodarnos y volvernos descuidados con nuestra higiene bucal. Existe un dicho que dice: «es mejor prevenir que lamentar». ¿Acaso no es más fácil evitar la aparición de enfermedades dentarias? Entonces, toma en cuenta estos sencillos consejos:
- Algo tan sencillo como el correcto cepillado elimina la placa dental (la capa transparente de bacteria que recubre los dientes). Esto previene la futura aparición de caries. Cepillarse los dientes también estimula a las encías, lo cual ayuda a mantenerlas saludables y previene enfermedades.
- Se debe reducir el consumo de azúcares y sustancias azucaradas como refrescos y caramelos, fundamentalmente en horarios nocturnos. Evita esos caramelos duros y mentas que se disuelven lentamente.
- No debemos olvidar el lavado de los dientes antes de dormir, ya que este asegura que la boca se mantenga limpia durante mayor tiempo.
- Utiliza también el hilo dental para acceder a zonas poco accesibles con el cepillado. Este removerá esas pequeñas partículas de desechos que se acumulan entre los dientes responsables de la aparición de futuras caries.
Nunca dejes de visitar a tu especialista, acude a él cada vez que tengas algún problema, y periódicamente cada seis meses. Recuerda que una sonrisa abre muchas puertas, y la responsabilidad de mantenerla radiante recae solamente en nosotros. No olvides el dicho «prevenir es mejor que lamentar».
También te puede interesar: Apiñamiento dental: ¿existe una ortodoncia definitiva?