Dr. David de Paz Rueda, Autor en Zendental - Página 5 de 16

Microabrasión del esmalte: Tratamiento para tratar manchas dentales

La microabrasión del esmalte es una de las técnicas más utilizadas en la odontología para erradicar las coloraciones por desmineralización en los dientes. Puede brindarte una sonrisa reluciente y sin manchas. Aprende en qué consiste.

¿Cómo se hace el procedimiento?

Después de una valoración odontológica, el proceso comienza con la aplicación de ácido clorhídrico y sílice (es el químico que se usa para eliminar las manchas, blancas y marrones y las alteraciones del esmalte dental).

El odontólogo procederá a pulir la capa del esmalte mediante instrumentos como la fresa, que tiene una punta de goma, hasta lograr la uniformidad en el tono de la pieza dental.

Todo dependerá del tipo de microabrasión que tu dentadura requiera para lograr un diente más blanco. Existen tres formas de realizar la técnica.

1. La microabrasión neumática. Es el paso previo a la microabrasión química. Este sistema incluye un neumático que permite eliminar la parte superficial del esmalte justo en el lugar donde se necesita. Eso sí, solo se trabajará en la capa superficial del esmalte a una profundidad de 25 a 50 micrones.

2. Microcorrosión con ácido hidroclorhídrico. Se usa específicamente para eliminar las manchas de color café. Suele aplicarse con un algodón impregnado de ácido hidroclorhídrico al 18 % durante 5 minutos. Luego, toca lavar con hipoclorito de sodio al 5 % y, luego, con agua normal. Mediante esta técnica se consigue una reducción del esmalte de 100 a 47 micras.

3. Microabrasión químico-mecánica. Para esta técnica se usa un ácido abrasivo con un efecto quelante, usualmente con sílice y ácido. Todo se frota con un material acrílico. El procedimiento debe ser llevado a cabo con protección ocular y una aislación absoluta para evitar los incidentes.

Los odontólogos recomiendan que esta técnica se aplique de forma manual, ya que produce menos desgaste que la técnica mecánica. Por eso, es realmente importante que acudas a un profesional especializado.

¿Cuándo hacerse una microabrasión?

En nuestra clínica de estetica dental Las Rozas sabemos que cada caso es diferente y requiere de una evaluación. Sin embargo, la eliminación de las manchas dependerá del esmalte y pigmentación de las piezas dentales. ¿En qué casos se puede considerar el procedimiento?

  • Después de usar brackets. Si el tratamiento de ortodoncia generó manchas leves en los dientes, sería un caso para hacer una microabrasión. El odontólogo deberá establecer de qué tipo y medir el desgaste que el paciente podría asimilar.
  • Manchas de pigmentación. Si el paciente tuvo lesiones leves de caries que le hayan dejado secuelas de manchas oscuras, la técnica recomendada para ello será una microabrasión dental.
  • Hipoplasia. Si durante la niñez y la adolescencia se generó una alteración del esmalte, esta es denominada hipoplasia del esmalte. Este defecto puede ser mejorado o incluso corregido con esta técnica dental.

Si toda la dentadura mejora con la microabrasión, será un éxito. Pero si queda algo por hacer para alcanzar una sonrisa reluciente, seguramente el odontólogo recomendará un blanqueamiento.

Las técnicas de blanqueamiento más recomendadas por los profesionales son las que emplean una baja concentración de peróxido y una alta frecuencia, pero todo dependerá del objetivo que se desee alcanzar con la dentadura.

Si tu procedimiento debe ser inmediato y efectivo, la técnica dental más adecuada será la que incluye una alta concentración de peróxido. Pero esto puede dejarte un alto nivel de sensibilidad dental y es algo que tendrás que comunicar al odontólogo para que no tengas sensaciones incómodas.

La combinación de ambas técnicas odontológicas (microabrasión y blanqueamiento), aplicadas con un tratamiento amable, detallado y gentil, logra eliminar casi en su totalidad los defectos dentales, manchas y descalcificaciones del esmalte. ¿Te ha quedado todo claro?

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Tipos de radiografías dentales ¿Para qué sirven?

Las radiografías dentales son una clase de imagen que muestra los dientes y la boca en una película o pantalla por medio de rayos X. La radiación electromagnética que se utiliza es de alta energía, por lo que penetra fácilmente el cuerpo y forma una imagen clara y completa.

¿Para qué sirven?

Las radiografías de los dientes ayudan a tu odontólogo a diagnosticar cualquier tipo de enfermedad o lesión que pudieras tener en los dientes o encías. De esta forma, le resultará posible establecer el tratamiento adecuado.

El examen se realiza en el consultorio y el proceso es totalmente indoloro. Sin embargo, a algunas personas les da náuseas morder el pedazo de película mientras se captura la imagen. Si te llegara a suceder, basta con que respires lento y profundo por la nariz.

Tipos de radiografías

Las imágenes obtenidas muestran la estructura, cantidad y posición de tus dientes, la condición de tu mandíbula o la existencia de caries. Existen diferentes tipos de radiografía según los requerimientos del paciente. Para identificarlas más fácilmente, las clasificaremos en dos grupos: radiografías extraorales e intraorales.

 

1. Radiografías extraorales

Son las que se toman fuera de la boca. El especialista te coloca en un dispositivo que toma la placa desde afuera. Funciona de una forma muy parecida a los rayos X para alguna otra parte del cuerpo. Encontramos los siguientes tipos:

  • Radiografía panorámica. En este caso, se necesita un equipo especial que gira alrededor de la cabeza del paciente. Así, es posible capturar los dientes completos y los maxilares en una toma.

Es muy utilizado para diseñar un tratamiento para los implantes dentales, verificar si las muelas del juicio están impactadas, o bien para identificar afectaciones mandibulares. Este tipo de radiografía es el mejor método para detectar las caries iniciales.

  • Radiografía cefalométrica. Presenta la relación de la mandíbula con las demás estructuras en una vista lateral de la cara. Es muy útil para diagnosticar padecimientos en las vías. También permite conocer la proporción que existe entre los huesos del cráneo para identificar padecimientos esqueléticos que requieran algún tratamiento.
  • TAC dental. Este tipo es similar a los escáneres que se usan en medicina para analizar otras partes del cuerpo. El TAC dental toma cientos de imágenes en distintos ángulos de la boca del paciente.

Las radiografías son enviadas al ordenador, que produce una imagen virtual en tercera dimensión en la que se pueden observar secciones muy concretas de la anatomía de la boca con un gran detalle. Se utiliza para tratamientos específicos como la colocación de implantes, regeneración de hueso u ortodoncia.

 

2. Radiografías intraorales

La imagen se obtiene dentro de la boca del paciente. Se utilizan principalmente para identificar caries entre los dientes o afectaciones en sus raíces. Se dividen en los siguientes tipos:

  • Radiografía interproximal. En las imágenes obtenidas, se muestran las zonas de la corona de los dientes inferiores y superiores juntos. Se toma mientras el paciente muerde un pedazo de papel.
  • Radiografía periapical. En este tipo, se muestran completos uno o dos dientes desde la corona hasta la raíz.
  • Radiografía palatal. También es denominada oclusiva. Aquí se captura el total de los dientes inferiores y superiores en una sola toma, mientras el paciente mantiene la película en la superficie de la mordida.

En todos los casos, las estructuras densas como las restauraciones metálicas o las obturaciones de plata se presentan de color blanco, pues bloquean la mayor parte de los rayos X. Las estructuras con aire se revelan en color negro y, finalmente, los tejidos, líquidos y dientes aparecen como sombras grisáceas.

Las radiografías dentales revelan lo que a simple vista no se puede ver, por lo que son un apoyo fundamental para que los odontólogos expertos puedan diagnosticarte con precisión y recomendarte el tratamiento.

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En qué casos se debe realizar una cirugía estética de las encías

Entender que los problemas dentales suelen estar asociados a contratiempos relacionados con la higiene o el cuidado dental que repercuten en la estética de la boca es indispensable, pues la salud y estética dental van de la mano. Sin embargo, en ocasiones suele hablarse poco de las encías, a pesar de que estas son las responsables de dar forma a la sonrisa y que de ellas pueden surgir diversos problemas gingivales.

¿En qué casos es necesaria la cirugía estética de encías?

Las encías no suelen ser el primer tema que sale a la luz al hablar de estética dental, aunque en realidad son las protagonistas de la forma de nuestra sonrisa. De ahí que, en estos casos, sea necesario intervenir quirúrgicamente:

1. Erupción pasiva alterada -EPA-: Se trata de un trastorno que ocurre entre los 14 y los 16 años, durante el crecimiento normal de los dientes. Consiste en que la encía -por la erupción que crece poco a poco- oculta excesivamente la dentadura. El esmalte se ve cubierto a un punto tal que resulta poco estético y potencialmente arriesgado para la higiene dental.

2. Sobrecrecimiento del maxilar: el crecimiento excesivo del maxilar superior es otro de los problemas que puede generar la necesidad de una intervención quirúrgica en las encías. En estos casos, hay un crecimiento óseo mayor a lo normal, los dientes exceden su tamaño regular y generan dicha condición.

3. Bruxismo: aquí no hablamos de una condición preexistente, sino que es una mala costumbre: apretar los dientes. El bruxismo produce un descaste desproporcionado en los dientes, lo cual deteriora poco a poco la estética de la sonrisa.

¿Por qué se debe realizar?

  • Para cuidar la salud y la estética dental atendiendo a la necesidad de preservar los problemas de salud en la boca y su repercusión en la estética.
  • Para evitar problemas futuros que no puedan ser tratados con facilidad
  • Para lograr tener una sonrisa ideal gracias a una cirugía estética.
  • Para mantener un equilibrio entre la estética y la salud dental, ya que generalmente se encuentran relacionadas.

¿De qué se trata?

  • Se trata de un procedimiento completamente indoloro y simple.
  • Dependiendo del caso, puede realizarse con bisturí o a través de la más reciente tecnología de cirugía láser.
  • Se separan las encías de los dientes, se realiza una limpieza completa en caso de infección y se recoloca la encía con unos puntos de sutura. Las suturas son retiradas en apenas una semana.
  • La recuperación del tejido de las encías es muy rápida, y más con ayuda de analgésicos, antibióticos o antiinflamatorios.
  • El procedimiento garantiza que no haya retorno de la encía.

¿Qué afectaciones puede tener no hacerlo?

1. Exceso de tejido: en estos casos, el tejido excedente de las encías puede acumular residuos de comida y ocasionar complicaciones futuras en la dentadura, la higiene y salud dental.

2. Encías retraídas: puede provocar que la raíz de los dientes quede expuesta, demandando una higiene dental mayor y posibles complicaciones. Esto ocurre porque las raíces de los dientes no cuentan con el esmalte protector que tienen los dientes de forma natural. Esto produce un desgaste y decoloración mayor en la corona de los dientes.

3. Línea de encías irregular: siendo quizá la menos perjudicial para la salud y la higiene dental, las líneas irregulares en las encías influyen directamente en la estética de la sonrisa y requieren de intervención quirúrgica.

En definitiva, la cirugía para embellecer las encías son una necesidad tanto visual como de salud y requiere de profesionales capacitados para lograr óptimos resultados. La estetica dental Las Rozas es una opción a considerar dada la importancia del cuidado previo y posterior a la cirugía.

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Cuida tus implantes dentales con estos tips

Sin importar el tipo de implantes dentales, los mismos requieren cuidado, sobre todo en el periodo posterior a su colocación, ofreciéndole un mayor periodo de vida útil y evitando cambios prematuros en las piezas. Si te interesa conocer cuáles son las recomendaciones postoperatorias en estos casos, entonces estas breves líneas son para ti.

 

Recomendaciones generales a las horas siguientes a la colocación de implantes

Apuntando a una adecuada cicatrización es necesario un trabajo en equipo, uniendo esfuerzos el odontólogo y el paciente, teniendo en cuenta como al momento en que la persona sale de la clínica dental requiere una serie de cuidados, siendo el principal responsable el propio paciente. Acá te ofrecemos algunas recomendaciones básicas que te garantizarán una recuperación perfecta.

 

1. Aplicar hielo en la zona de la cirugía:

Una vez en casa es necesario frotar hielo en la zona externa de la cara, esto disminuirá la inflamación, teniendo en cuenta en todo momento evitar el contacto directo del hielo sobre la piel, se recomienda aplicar con la ayuda de paños o compresas, realizándolo en periodos no mayores a 10 minutos, evitando posibles quemaduras por el frío. Siendo también recomendable morder ligeramente gasas frías.

 

2. Evitar enjuagarse en las horas posteriores a la colocación:

Los enjuagues bucales son recomendados a partir de las 24 a 72 horas, esto debido a que los mismos puede ocasionar el desprendimiento de coágulos o las propias suturas, generando hemorragias y retrasando importantemente una adecuada cicatrización.

 

3. No abandonar el cepillado dental:

Es necesario recordar como el cepillado mantiene la higiene básica bucal, con los implantes la situación no cambia, pues el uso del cepillo de dientes ayuda a eliminar los residuos de alimentos en la cavidad bucal, evitando la formación excesiva de bacterias. Se requiere continuar con la rutina luego de cada comida, especialmente en la zona afectada.

 

4. Apoyar el postoperatorio con analgésicos:

Es común sentir algo de dolor en las horas siguientes a la intervención, por lo que debe seguir las indicaciones de su odontólogo, teniendo en cuenta la cantidad de analgésicos recetados. Es importante cumplir con los tiempos y las dosis establecidas.

 

5. Evitar el consumo de alimentos sólidos:

Garantizar la cicatrización es uno de los objetivos inmediatos principales, es por ello que se debe evitar a toda costa alimentos que requieran esfuerzo al masticar. Es recomendable el consumo de alimentos semi sólidos y de baja temperatura, lo que ayuda significativamente al cierre definitivo de las heridas.

Tips para cuidar tus implantes dentales

 

6. Eliminar por completo el uso de tabaco y bebidas alcohólicas:

Para una rápida recuperación resulta obligatorio eliminar por al menos 72 horas el consumo de estas sustancias, las cuales pueden tener una interacción desfavorable con los medicamentos recetados para el dolor, cicatrización y prevención de infecciones.

 

7. Evitar posiciones que comprometan el rostro:

Para evitar posibles roces en el área afectada se recomienda mantener la cabeza de forma erguida mientras se esté despierto, y colocándose boca arriba para descansar. Esto además de prevenir posibles molestias, también evita pequeñas hemorragias que podría generarse.

 

8. Estar en contacto con el especialista:

Las indicaciones, informe o recetas médicas siempre disponen de un número telefónico y correo electrónico, siendo estos los medios de contacto con el equipo médico odontológico que lo trató, los cuales son recomendables tener a la mano para cualquier eventualidad o duda que surja en las horas posteriores a la intervención.

Como ves, resultan muy necesario el cuidado postoperatorio, evitando posibles inconvenientes, teniendo en cuenta como también prolongará la vida útil de las piezas colocadas.

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¿Porqué acudir al dentista antes de realizarte una prueba de rayos X?

Acudir al dentista las rozas es vital para mantener los dientes saludables. Sabemos que para ti es esencial conocer los problemas dentales que tienes. Por eso, antes de que te realices una prueba de rayos X, debes visitar al odontólogo.

Motivos para visitar al dentista antes de una prueba de rayos X

El principal motivo es que sirve como una herramienta para que tu dentista detecte daños invisibles. Sin embargo, tienes que consultar a tu médico de confianza la frecuencia con la que puedes hacerte estas radiografías.

Según American Dental Association, existen varios aspectos que se deben tomar en cuenta para determinar la frecuencia con que se toma una radiografía en tus dientes:

  • La edad.
  • El actual estado de salud bucal.
  • Cualquier síntoma de enfermedad.

El dentista es el que revisará si necesitas hacerte una radiografía o no, algo que podrá saber después de haber efectuado las pruebas dentales necesarias.

Además, el profesional estará dispuesto a responderte las cuestiones que quieras saber sobre la seguridad de los rayos X y los beneficios que trae un chequeo de esta forma.

¿Por qué debes acudir a un odontólogo antes de una prueba de rayos X?

1. Comprobar los conocimientos del odontólogo

La revista Ciencias de la Salud señala: «Es necesario que los profesionales de la odontología, odontólogos y técnicos o auxiliares conozcan los principios básicos de la radiación», todo esto para que el personal brinde una prueba de rayos X de manera segura y se tomen las fotos con una buena calidad.

 

2. Verificar si eres apto para una radiografía 

Las radiografías pueden ser empleadas para la mayoría de pacientes, debido a que las tecnologías actuales emiten menor radiación y permiten mayor seguridad para tu salud. Por lo general, se hacen más radiografías en los niños, porque requieren mayores cuidados y cuentan con una alta probabilidad de que sus dientes sufran algún tipo de enfermedad.

Debes recordar que, si estás embarazada, puedes comunicarle esta información a tu dentista. Él te indicará las acciones que deberás seguir.

 

3. La importancia de la prueba de rayos X

Al momento de obtener un diagnóstico completo de tus dientes, los rayos X son imprescindibles para capturar una foto de los dientes y huesos. Esto se hace con la finalidad de establecer un tratamiento, siempre en el caso de que se identifique un problema bucal como caries.

Sin duda, los profesionales requieren de una radiografía de un paciente para estar seguros sobre qué procedimientos usar y que no se provoquen perjuicios en la salud.

 

4. Medidas de seguridad ante una prueba de rayos X

Los exámenes con rayos X cuentan con algunas normas de seguridad para prevenir daños en la salud, tal y como se indica en el principio ALARA, que dice que se lo debe hacer “tan bajo como sea razonablemente posible”.

Otra medida es el uso de un mandil con recubierto de plomo -o un tipo de protector para la tiroides hecho de plomo-, con el fin de proteger el abdomen.

 

5Recibir información sobre que tipo de radiografía necesitas

Existen varios tipos diferentes:

  • Periapical: da una imagen desde la corona hasta los huesos, que ayuda a sostener el diente.
  • Mordida: logra mostrar la parte posterior, superior e inferior del diente. Además, revela cómo se topan los unos con los otros.
  • Panorámica: es útil para un tratamiento ortodóntico, porque muestra los maxilares, el área nasal y la mandíbula.
  • Oclusal: ayuda a encontrar un diente extra o los que han erupcionado en una línea de las encías.

Ir al dentista es necesario para que continúes con un tratamiento adecuado y te brinde la información que requieras antes de una prueba de rayos X.

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¿Es muy molesta la cirugía de los implantes dentales?

Recuperar tu dentadura y tu sonrisa después de perder una o más piezas dentales es algo que muchos sueñan. Antes había que recurrir a las prótesis totales o parciales, que eran incómodas, poco funcionales y no te ofrecían seguridad al comer, hablar y reír. Por eso nacieron los implantes dentales, que requieren una cirugía menor, son definitivos, confortables y muy sólidos.

¿Qué es un implante

Un implante está destinado a reemplazar la raíz de una pieza dental perdida, mediante la inserción de una especie de tornillo de titanio o cerámico, que es compatible con tu hueso dental y se fusiona con este. Es una forma de estimular el crecimiento del hueso alveolar, para que no se reabsorba al faltar el diente.

Actualmente, existen otros tipos más avanzados, como el transcigomático, que se implanta en el área del pómulo. Generalmente, allí el hueso no presenta pérdidas de volumen, por lo que no requiere de injertos óseos.

¿Cómo es la cirugía?

En primer lugar, tu cirujano maxilofacial, en concordancia con tu odontólogo, te solicitará una radiografía o tomografía. Allí te indicará cómo se llevará a cabo el procedimiento y los cuidados posteriores a la cirugía.

  1. Te van a poner anestesia local, que dormirá toda tu encía, pero tú permanecerás despierto. Pueden darte un sedante para tranquilizarte, aunque en raros casos aplicarán anestesia general.
  2. Una vez el anestésico surta efecto, el doctor hará una incisión pequeña en la encía y perforará el hueso, para colocar el implante y dejarlo por un período de hasta 8 meses según el caso, hasta que se fusione con tu hueso. También existen los inmediatos, en los que el diente se extrae y se coloca el implante, pero son menos comunes.
  3. Para evitar molestias, el cirujano te adaptará la prótesis que tienes, para que la uses hasta que la cirugía haya cicatrizado perfectamente y puedan ponerte el diente.
  4. Cuando pase el efecto de la anestesia te indicarán los cuidados posoperatorios y los controles a los que debes acudir para ver cómo va sanando.

¿es molesta la cirugía de implantes dentales?

Cuidados postoperatorios

Como pudiste observar, esta cirugía para recuperar tus piezas dentales es bastante sencilla e indolora, aunque dependerá de qué tanta resistencia tengas al dolor y de que sigas las recomendaciones que te dé tu dentista.

  • Deberás permanecer en el consultorio hasta que recobres por completo la sensibilidad de las encías y compruebes que no sientes mareos, que estás bien orientado y mantienes el equilibrio.
  • Toma los calmantes y antibióticos que te formulen, pues puedes presentar molestias o dolores leves.
  • Durante las primeras 24 horas procura comer alimentos suaves y masticar del lado opuesto, para prevenir infecciones o daños.
  • Mantén tu higiene bucal, aunque sin cepillar directamente en la herida. Usa un enjuague desinfectante.
  • Si no eres fumador tu implante tendrá más éxito, pues ellos son los que pueden presentar más inconvenientes.
  • Ante cualquier molestia o sangrado anormal, acude de inmediato a tu cirujano dental.
  • Pasado el tiempo indicado te colocarán la pieza visible, que será lo más parecido a tus dientes originales.
  • Una vez el especialista termine el proceso y te sientas satisfecho, recuerda que será como si tuvieras de nuevo las piezas que perdiste, aunque nada los reemplazará al 100 %.
  • Asegúrate de acudir a médicos graduados y certificados, que te ofrezcan experiencia, responsabilidad y calidad. Investiga muy bien antes de tomar la decisión y constata con organismos oficiales.

Para concluir, no olvides que nada que se compara con la felicidad de comer y hablar tranquilamente, sin inseguridades por usar una prótesis dental o porque te faltan algunas piezas. Recuerda que con una operación de recuperación de piezas dentales tu vida cambiará y retomarás la confianza perdida.

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Procedimiento a seguir después de la colocación de un implante dental

Entre el listado de las cirugías más exitosas se encuentra la colocación de los implantes dentales que, si se realiza con los debidos cuidados previos y posteriores, no implica ninguna complicación. De ahí la importancia de saber qué procedimiento posterior al implante dental debes seguir.

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¿Qué hacer en la etapa posterior al implante dental?

 


 

  1. La tasa de éxito de esta intervención es del 97 por ciento. Si quieres ser parte de esa mayoría exitosa, debes saber que, después de que pasa el efecto de la cirugía, pueden sentirse algunas mínimas molestias y sufrir una pequeña inflamación en el área, por lo cual no debes alarmarte o automedicarte.
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  3. En ocasiones, debido a las molestias, según la sensibilidad del paciente, es necesario ingerir algunos medicamentos recetados por el implantólogo, los cuales deben tomarse al pie de la letra. Dichos medicamentos sirven para mitigar el dolor que se pueda sentir y para prevenir alguna infección.
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  5. Es importante no ingerir alimentos durante las primeras dos horas a partir de que terminó la cirugía. Hasta que se cumpla este plazo, el paciente puede ingerir primero líquidos y tal vez comer alimentos blandos. La dieta a seguir por lo general es fría y al comer debes evitar masticar sobre la zona intervenida.
  6. Está estrictamente prohibido enjuagarse la boca y escupir. Los enjuagues deben venir hasta el día siguiente y deben contener un poco de clorhexidina, según la dosis que disponga el implantólogo.
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  8. El cepillado de los lentes debe realizarse 24 horas después de que finalizó la intervención y debe ser de forma suave, también evitando cepillar en la zona intervenida.
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  10. El dolor o las molestias van desapareciendo lentamente en las primeras 48 horas, en ocasiones hay un sangrado que es natural en este periodo. Si es mucho el sangrado, debes morder una gasa y cambiarla cuando sea necesario para luego repetir la acción hasta que dejes de sangrar. Cuando el sangrado continúa 48 horas, no se trata ya de una situación normal y lo más aconsejable es localizar al cirujano para encontrar el motivo de dicho sangrado y saber controlarlo.
  11. Lo mejor durante la primer semana es descansar lo más que se pueda. Siempre con la cabeza elevada. También al dormir debes mantener esta postura.
  12. Es normal que las molestias persistan durante los primeros siete días, incluso la hinchazón puede permanecer de 48 a 72 horas. Hay pacientes que para la inflamación se aplican hielo en la zona.
  13. En los primeros 15 días no debes ingerir alcohol ni fumar debido a que se puede afectar el proceso de cicatrización libre de bacterias e infecciones.
  14. Una vez colocadas las coronas, deben limpiarse y no dejar que la zona se llene de residuos que puedan incubar bacterias.
  15. Durante los primeros 15 días a partir de la operación, no debes hacer grandes esfuerzos físicos como levantar mucho peso o practicar algún deporte.
  16. Otro punto importante es evitar presionar los implantes con la lengua o tocar los implantes con los dedos porque, al hacerlo, debido a la grasa que portan las manos, puedes afectar lo que se denomina proceso de osteointegración.
  17. El paciente debe asistir a diversas sesiones periódicas por lo menos cada 6 meses para verificar el avance de la cirugía y el estado de los implantes.

La colocación de implantes, como se dijo, es una operación sencilla que dura poco tiempo y de la cual el paciente comienza a experimentar sus beneficios de forma muy rápida, sin embargo, requiere de todos los cuidados ya mencionados para su éxito.

Qué debemos hacer para evitar la aparición de caries

Los estudios demuestran que el 95 por ciento de la población adulta sufre de caries, lo cual podría reducirse significativamente siguiendo consejos simples en nuestra rutina diaria. He aquí algunas ideas para que te olvides de este molesto apdecimiento.

Caries: consumos y prácticas que debemos evitar

1. Mala limpieza bucal. No solo es lavarse los dientes, más bien es hacerlo de la forma adecuada. Debes usar el cepillo, hilo dental y enjuague para acceder a lugares donde se acumula la placa bacteriana como la línea de encías y espacios entre los dientes. La placa acumulada por un mal cepillado solo acabará en la formación de caries.

2. Consumir azúcares en exceso. Las bacterias orales se alimentan principalmente de azúcares, aumentando la producción de ácidos que acaban dañando tus dientes. Comer o tomar en exceso entre comidas productos que las contengan provocarán que se segregue un mayor número de ácidos causante de daños en tu superficie dental.

3. Cepillarse justo después de comer. La medida de acidez varía cuando ingerimos alimentos. Cuando el nivel en tu boca es muy alto, debilita el esmalte, facilitando que aparezcan enfermedades bucodentales.

Si ingieres alimentos ácidos, se elevará el pH de tu boca y tu esmalte estará más sensible de lo normal, provocando que la fricción de las cerdas del cepillo lo dañen y dejen espacio para bacterias agresivas. Se recomienda esperar al menos media hora después de comer para lavar tus dientes.

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4. Aparatos de ortodoncia. Aunque los brackets son un auxiliar para corregir la dentadura, también aumentan el riesgo de sufrir caries. Esto se debe a que entre los alambres y soportes se acumulan residuos de alimentos, complicando que se eliminen con el cepillado. Para evitarlo, se recomienda usar aparatos especiales para limpiar brackets.

5. Consumir algunos fármacos. Los antidepresivos, inhaladores para el asma, relajantes musculares y descongestionantes nasales, etc. pueden contribuir a que aparezca caries en tu boca por la resequedad que sufre.

También, los productos suplementarios como jarabes y vitaminas en caramelo o en gomitas contienen endulzantes que se adhieren a la dentadura por más tiempo y provocan la aparición de algunas bacterias dañinas para tus dientes. Es recomendable la limpieza bucal luego de ingerirlos.

6. Consumir alcohol en exceso o fumar. La pérdida de fluido salival es una de las consecuencias por el consumo de tabaco y alcohol. Esto multiplica la producción de bacterias cariogénicas y el daño a la dentina.

Se recomienda consumir frutas o verduras, como el apio, el cual aumenta la producción de saliva y elimina las manchas provocadas por estos hábitos.

7. Trastornos alimenticios. No tener una dieta equilibrada genera deficiencia de algunos elementos necesarios para una buena salud dental. El calcio, por ejemplo, es imprescindible para nuestros dientes y no consumirlo debilita las piezas dentales.

La anorexia o la bulimia pueden provocarte desgaste porque, al vomitar, bañan los dientes con ácido estomacal, debilitándolos y exponiéndolos a bacterias.

8. No incluir flúor en tu dieta. Este mineral se encuentra en la mayoría de las pastas dentales, pero también puedes consumirlo de manera natural. Una forma es ingiriendo pescados azules, mariscos, carne de cerdo, etc.

El consumo de estos alimentos remineralizará tus dientes, ayudando a que estén sanos y resistan la formación de caries.

9. Saltarse las visitas al odontólogo. El poco tiempo que tenemos libre nos hace prolongar las visitas al odontólogo, pero no hacerlo aumenta el riesgo de que tus dientes sufran las consecuencias. Una visita al menos cada seis meses evitará muchos problemas bucodentales.

Como se puede ver, nuestros hábitos de higiene bucal influyen en evitar la aparición de caries. Por otro lado, es importante seguir una buena rutina del cuidado diario junto a las visitas periódicas a nuestro profesional de la salud dental.

Las revisiones en nuestra clínica dental, cada cuánto tiempo y motivos

En muchas ocasiones te habrás hecho esta pregunta: ¿por qué debo ir al odontólogo si no me molestan mis dientes? O bien: ¿cada cuánto tiempo debo ir al odontólogo? Estas son algunas preguntas a las cuales daremos respuesta hoy. Posiblemente, nuestras respuestas te harán cambiar mucho tu manera de pensar sobre las revisiones clínica dental.

La respuesta a la primera pregunta es simple: la prevención y la limpieza profunda que solo un especialista nos puede brindar. Considera que dispone del equipo necesario para poder hacer una revisión exhaustiva de nuestros dientes y realizar una limpieza más allá de la que nosotros hacemos en nuestros hogares.

A continuación puede surgirte otra pregunta: ¿qué podemos prevenir o ganar al visitar a nuestro odontólogo?

  • Caries. Cuando afectan a nuestros nervios pueden generar muchas complicaciones, por ejemplo tener que realizar un tratamiento de conducto.
  • Dientes mucho más blancos. Un profesional puede eliminar todas aquellas manchas que, con el tiempo, nos van dejando el café o alguna otra bebida.
  • Con la limpieza profunda evitaremos la aparición del sarro, el cual puede causar que nuestra encía deje de ser saludable y comience a presentar síntomas como sangrado o inflamación. Esto ocurre aunque nuestros hábitos de higiene vocal sean excelentes; tan solo un especialista puede remover el sarro.
  • Aliento mucho más fresco. Con las limpiezas profundas evitamos que el sarro o las caries nos causen el tan detestable mal aliento.
  • Pérdida de alguna pieza dental. Es algo fundamental: en la mayoría de los casos las pérdidas de piezas dentales están asociadas a caries que no han sido tratadas a tiempo.
  • Ahorrar dinero. ¿No te lo esperabas? Fíjate bien: si atiendes a tiempo tus dientes, conseguirás evitar la necesidad de tratamientos muy costosos, imprescindibles cuando las enfermedades bucales están avanzadas.
  • Confianza. Leíste perfectamente: una persona que tiene una boca sana, con un aliento fresco y dientes en buen estado, tiene mucha más confianza en sí mismo cuando debe hablar o sonreír.

Estos son tan solo algunas de las ventajas que obtendremos si acudimos al odontólogo o la clínica dental antes de que nos duela.

¿Cada cuánto debemos acudir a una revisión?

Todo va a depender del caso en concreto, ya que si eres una persona que ha tenido tratamientos de larga duración tu odontólogo puede pedirte que asistas a consulta más de una vez en el año. Sin embargo, de forma regular se recomienda que la visita sea anual, siempre y cuando las recomendaciones de tu odontólogo no vaya en otra dirección. Definitivamente, no todos los casos son iguales.

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Es muy importante destacar que nuestra salud bucal siempre va a depender de nosotros mismo. Incluso si acudimos una o dos veces al año a una revisión odontológica, también nos resulta imprescindible adoptar buenos hábitos de higiene bucal, como lo son el uso de la seda o el hilo dental, el enjuague bucal y el concienzudo cepillado de nuestros dientes.

Los especialistas recomiendan cepillar nuestros dientes 3 veces al día, el enjuague bucal después de cada cepillado y el hilo dental por lo menos una vez al día, con el objetivo de mantener nuestra boca libre de gérmenes.

Ya conoces los motivos por los cuales debes de acudir periódicamente a las revisiones de tu odontólogo. Resulta imprescindible para prevenir enfermedades en nuestra boca, las cuales no solo afectan a la salud, también a la autoestima y el bolsillo. Así que vete buscando un espacio en tu agenda para hacer una visita a tu especialista de confianza y así evitar tan graves consecuencias.

Qué debo saber del tratamiento del cáncer oral

El cáncer oral es el sexto más frecuente. En España se calcula que lo padecen de 3 a 4 personas cada 100 000 habitantes. Tratado a tiempo es posible la curación total, por eso es fundamental la detección precoz. A continuación todo lo que debes saber sobre el tratamiento del cáncer oral.

Aprendiendo más sobre cáncer de boca

La detección temprana del cáncer oral es crucial para un tratamiento exitoso. Muchas veces el cáncer oral es descubierto por los odontólogos en las visitas de control. Si aparecen algunos de sus signos o síntomas debes consultar inmediatamente con el médico, ya que se disemina rápidamente.

La población más afectada por el cáncer oral son los varones mayores de 50 años. Es muy difícil prevenirlo. Por ejemplo, dos factores de riesgo son el tabaquismo y alcoholismo. Sin embargo, el 25 % de los cánceres orales ocurre en personas que no fuman ni beben alcohol.

Algunos cambios en el estilo de vida pueden disminuir el riesgo de padecerlo:

  • Dejar de fumar (o mejor, no comenzar a fumar) o consumir tabaco en cualquiera de sus formas.
  • Abandonar el consumo excesivo de alcohol.
  • Llevar una vida sexual saludable, ya que uno de los factores de riesgo es el VPH, una enfermedad de transmisión sexual.
  • Evitar exponerse al sol en horarios críticos.

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Tratamientos actuales para el cáncer de boca

Como bien lo explica el Instituto Nacional del Cancer, el tratamiento de los cánceres de cavidad oral sigue estos pasos:

  • Valoración y análisis de la condición clínica del paciente.
  • Estudios complementarios (biopsias, diagnóstico por imágenes, endoscopía).
  • Clasificación de la enfermedad y elección del tratamiento adecuado.

Las principales estrategias de tratamiento son:

  • Cirugía: puede ir desde la resección de las áreas afectadas hasta intervenciones complejas como cirugía oncológica combinada con cirugía plástica o reconstructiva. Incluye nuevas técnicas como TORS utilizando la robótica o ROLL (cirugía radioguiada).
  • Radioterapia.
  • Quimioterapia.

Si algunas de estas no funcionan, también existen tratamientos como:

  • Medicamentos.
  • Inmunoterapia.

En la actualidad, los avances en estas técnicas han permitido combinaciones que dan como resultado un mejoramiento en las tasas de curación.

Etapas del cáncer y tratamientos

La selección del tratamiento está relacionada con la etapa del cáncer en el momento de su detección y los tejidos afectados.

Los cánceres de labios, lengua o cavidad oral tienen un diagnóstico más temprano y el tratamiento más indicado es la cirugía. En general, con una sola cirugía se consigue una curación total en el 90 % de los casos. En algunos casos se indica radioterapia en etapas tempranas.

Si el cáncer está en una etapa superior, afecta más áreas de la boca, cabeza y cuello, o después de la cirugía, también se utiliza radioterapia.  La radioterapia ayuda en etapas avanzadas a mitigar el dolor, pero tiene efectos secundarios como daños a los dientes y huesos de la boca. Antes de comenzar el tratamiento con radioterapia es imprescindible visitar al dentista, pues los dientes deben estar lo más sanos posible.

La quimioterapia puede administrarse sola o combinada, especialmente con radioterapia para aumentar la efectividad del tratamiento.

Los medicamentos alteran las condiciones que aceleran el crecimiento de células cancerígenas. Pueden utilizarse si las otras estrategias no funcionan. Sus efectos secundarios incluyen erupciones cutáneas, picazón, dolor de cabeza, diarrea y debilitamiento de las defensas.

En el caso de cánceres avanzados y falta de respuesta a los tratamientos estándar, tu médico puede indicar inmunoterapia. La inmunoterapia se basa en utilizar el sistema inmunitario para combatir el cáncer.

Ahora que ya sabes más sobre los tratamientos del cáncer de boca, te recomendamos prestar atención a los síntomas y signos, y visitar regularmente a tu dentista. ¡Una boca saludable es la mejor prevención!