Autor: Dra. Gloria Del Olmo Ruiloba

Según El Arte De La Guerra de Sun Tzu, las mejores batallas son aquellas donde se alcanza la victoria sin necesidad de haber combatido.

Esta relevante y milenaria filosofía oriental no discrepa demasiado de los ideales de la odontopediatría, donde la prevención de las enfermedades buco-dento-maxilares es la clave para garantizar una mejor calidad de vida (por el resto de su vida) a los niños.

Cuando hablamos de odontopediatría nos referimos a aquella especialidad odontológica donde un experto estudia, previene, trata y corrige cualquier anomalía que pueda afectar el bienestar bucal del menor, las cuales tienden a ser cuestiones maxilares, así como traumatismos (caries, fisuras, surcos, etc.).

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Es así, pues, que la odontopediatría abarca una extensa variedad de tratamientos en pro de la salud dental infantil, de los cuales veremos los más populares a continuación:

Eliminación de caries

Aunque las caries son acumulaciones de bacterias que destruyen los tejidos dentales las cuales pueden estar presentes en la boca de adultos y niños, los menores tienden a ser más propensos a la acumulación de estas bacterias, pues es una población que consume mayores cantidades de azúcares lo que, con la ayuda de la placa bacteriana, promueve una desmineralización de las capas dentales y debilitan su resistencia ante este tipo de bacterias.

Es tanto así que las primeras caries pueden aparecer durante el primer año del bebé, durante la aparición de los primeros dientes, y suele ser conocida como caries rampante, caries del biberón o caries lactante. Estas caries suelen ser muy agresivas, lo que además de dañar la estética del menor, también causa dolores e infecciones en el resto de la boca, por lo que es importante no solo controlar el consumo de bebidas carbonatadas y de golosinas, sino visitar frecuentemente al dentista.

Traumatismos y fracturas

Es natural que los niños realicen actividades de impacto como correr, brincar o jugar, por lo que los traumatismos dentales y las fracturas no son algo extraño. Sin embargo, es importante saber cómo actuar debidamente.

Primero es fundamental permanecer en calma y serenar al niño, limpiar levemente la boca si hay presencia de sangre y acudir inmediatamente al dentista, donde es probable restaurar el diente según el grado de la lesión y el tiempo transcurrido, de modo que no se afecte la estética ni la funcionalidad de la mordida del niño.

Pulpotomía y pulpectomía

Cuando infecciones como las caries han avanzado demasiado, es necesario hacer un tratamiento de pulpotomía o pulpectomía, los cuales consisten en la remoción de una parte de la pulpa del diente de leche para eliminar todo rastro de infección, restaurar el espacio con sellador y evitar cualquier inflamación y dolor.

La pulpotomía consiste en la eliminación de una pequeña parte de la pulpa, mientras que la pulpectomía se trata de la remoción de dos terceras partes de la pulpa. El especialista debe decidir qué tratamiento utilizar según la gravedad de la infección.

Aplicación de fluoruros

Uno de los tratamientos preventivos más populares es la aplicación de flúor, el cual funciona para restaurar la resistencia de las capas superiores del diente y evitar la aparición de infecciones y caries. Este procedimiento es completamente indoloro y puede ser llevado a cabo por medio de geles, barniz o espuma.

Ortodoncia

Como es lógico, durante el desarrollo físico de los niños pueden aparecer afectaciones de orden óseo, los cuales tienden a ser más evidentes en la estructura maxilar. La ortodoncia es una de las ramas odontológicas más populares y, con la ayuda de aparatos que ejercen distintas fuerzas, es posible disponer el espacio maxilar adecuadamente para que los dientes sigan desarrollándose debidamente, sin perjudicar la llegada de las piezas permanentes.

Existen ciertos cuidados especiales que debemos tener frente a la salud dental de nuestros hijos ¡Conócelos!

Como padres siempre priorizaremos la salud de nuestros hijos. Esto no se limita únicamente al hecho de cuidarlos del frío para evitar un catarro, o garantizar una alimentación balanceada para ayudarlos a crecer sanos y fuertes, pues hay muchos otros aspectos igual (o más) importantes en los que debemos trabajar para asegurarles un buen futuro. La salud dental de nuestros hijos es, por ejemplo, una de aquellas facetas que debemos atender con suma dedicación, puesto que esta no sólo les permitirá sonreír con total tranquilidad y lucir una bella dentadura, sino que evitará que se genere cualquier enfermedad como la gingivitis y las caries.

Por lo general, en Zen Dental recomendamos que nuestras pacientes cuiden de su salud dental con mayor atención cuando se encuentran en estado de embarazo, pues ésta afecta directamente la salud y el desarrollo de su bebé. Además hacemos énfasis en la importancia de la etapa de la lactancia ya que, del mismo modo, tiene importantes repercusiones en la salud bucal del hijo recién nacido. Lo anterior con el fin de reafirmar que los cuidados dentales de nuestros pequeños deben ser atendidos desde los primeros instantes. Sin embargo, a medida que nuestros pequeños van creciendo, los cuidados bucodentales también empiezan a evolucionar, por tal motivo debemos saber cuándo y cómo desempeñar esta tarea adecuadamente.

Durante las etapas más tempranas de la niñez, generalmente los primeros dientes en erupcionar son los incisivos inferiores y luego los superiores alrededor de los 4 a 7 meses de edad. A estos pequeños dientecillos se recomienda limpiar utilizando gasa húmeda sobre la superficie de éstos y la encía circundante. Este es un ejercicio de sumo cuidado para evitar lastimar los tejidos del bebé. Sobra decir que el uso de la seda dental y el enjuague están de más. Luego, en los meses posteriores, los dientes contiguos a los incisivos erupcionan, al igual que los primeros molares y los caninos. En este punto debemos empezar a implementar el cepillo, pues la superficie oclusal, o cara masticatoria del diente no puede ser limpiada de otro modo. Sin embargo la elección del cepillo es importante, ya que éste debe ser apto para la boca del niño; las cerdas suaves, un cabezal pequeño y un mango para adultos, son las características básicas con las que el primer cepillo debe contar.

Una vez la mayoría de los dientes ha salido, es importante que empecemos a utilizar la seda dental, dado el contacto que habrá entre ellos. Dicho contacto se convertirá en el ecosistema ideal para la acumulación de comida y, consecuentemente, para la incubación de las bacterias causantes de las caries interproximales (las cuales son las más comunes en niños y adultos). Eso sí, cabe aclarar que la utilización de la seda dental en un bebé requiere cierto grado de habilidad, pues se puede lastimar al niño. Uno de nuestros expertos en Odontopediatría puede darte una asesoría previa para evitar cualquier daño.

A lo largo de los tres primeros años de vida, el cuidado de la boca del niño no requiere el uso de la pasta dental. El cepillo y la seda hacen el trabajo necesario en aquel periodo. Aunque en el momento que decidas implementar la pasta dental, es fundamental que ésta sea especial para niños, la cual cuenta con un mayor porcentaje de flúor, y que se utilice en cantidades mínimas para evitar llenar de espuma la boca del bebé.

En resumen, el cuidado bucal de nuestros hijos es fundamental para garantizarle una excelente calidad de vida. Una boca sana favorece distintos aspectos de la vida, especialmente al tratarse de personitas tan vulnerables como un bebé. Aplica los consejos (pre y postnatales) que Zen Dental te comparte para que tu bebé tenga una sonrisa hermosa y saludable.

La Ortodoncia, como es bien sabido, es la especialidad de la Odontología, perteneciente a la rama de la Estética Dental

Es la encargada del estudio, diagnosis, prevención y trato de anomalías que afectan las cualidad estéticas o funcionales de la estructura dentomaxilofacial. Los tratamientos de ortodoncia, adicionalmente, evitan la aparición de los dolores de mandíbula, cabeza y cuello, causados por la maloclusión.

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Ahora bien, una de las preguntas más frecuentes en el mundo de la odontología está relacionada a la edad mínima recomendada para iniciar un tratamiento de ortodoncia. No obstante la respuesta varía según el tipo de procedimiento que ha de realizar. Ello sucede dadas las circunstancias del desarrollo en la estructura craneal del paciente, y por tal motivo debemos comprender los diferentes tratamientos encargados de corregir las malformaciones dentomaxilofaciales:

En primera estancia, es importante hablar sobre la ortopedia maxilar, la cual se encarga de la reacomodación de los huesos involucrados en la estructura craneal y maxilar, con el fin de prevenir malformaciones venideras. Este procedimiento se realiza con la ayuda de aparatos ortopédicos como chupones o, finalmente, placas removibles. La ortopedia maxilar es un tratamiento que puede ser llevado a cabo desde el momento del nacimiento hasta los 13 años, dado que este periodo representa la etapa de crecimiento craneomaxilar más activa.

Como ramificación de la ortopedia maxilar, la ortodoncia removible trabaja para reacomodar correctamente las diferentes piezas dentales, haciendo uso de placas acrílicas y alambres de acero especializados en la generación de distintas fuerzas para lograr su objetivo. Los especialistas recomiendan que la aplicación de la ortodoncia removible suceda entre los 6 y los 13 años.

Posteriormente, cuando el paciente ha superado los 13 años y su estructura ósea en la zona maxilar se ha consolidado, es momento de aplicar la aparatología fija. Ésta, generalmente, funciona por medio del uso de brackets y se recomienda ser iniciada a partir de los 13 años. Así mismo, la aparatología fija no cuenta con límite de edad, sino es retirada una vez haya cumplido con su cometido y el paciente goce de los resultados deseados.

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En este orden de ideas, aunque resulte crucial asistir entre dos o tres veces al dentista anualmente para garantizar el bienestar del menor, los padres deben estar siempre atentos a cualquier indicación de que su hijo sufre de alguno de los males que deben ser tratados con ortodoncia, como por ejemplo:

• Sobremordida: Los dientes de la arcada inferior se encuentra cubierta casi en su totalidad por las coronas de los dientes de la arcada superior.
• Submordida: La mandíbula o la posición de los dientes inferiores hacen que éstos se encuentren por delante de las piezas superiores. Ello también puede suceder porque la arcada superior está demasiado atrás.
• Mordida cruzada: En el momento de la oclusión, ambas arcadas (superior e inferior) se encuentran en un mismo nivel. Dicha posición es incorrecta, pues la línea dental de arriba siempre debe caer levemente frente a los dientes de abajo.

• Mordida abierta: Se evidencia cuando, a pesar de efectuar el cierre de la mordida, existe un espacio entre las coronas de los dientes superiores e inferiores. Ello sucede, generalmente, cuando los molares chocan e impiden el cierre total de la mandíbula.
• Desplazamiento de la línea media: Sucede en el momento que la línea media que divide la arcada superior por la mitad (generalmente existente entre los dientes incisivos), no se encuentra en regla con la línea media de la arcada inferior.
• Espaciamiento: Aparición de grandes espacios entre cada pieza dental, causado por la falta de algún diente o por piezas cuyo tamaño no ocupa el espacio ideal.
• Apiñamiento: Esta situación se da cuando las piezas de una misma arcada chocan excesivamente entre sí, causando una deformación en la sonrisa. El apiñamiento puede suceder cuando alguna pieza es demasiado grande, o cuando los dientes posteriores ejercen fuerzas hacia adelante, causando la reacomodación incorrecta de las piezas anteriores.

La ortodoncia es, sin duda, una importante rama que debe ser tenida en cuenta a lo largo de nuestras vidas. Especialmente en pacientes jóvenes que deban ser tratados oportunamente en Odontopediatría, y así prevenir la generación de afectaciones más agudas que perjudiquen su calidad de vida. Además, los centros odontológicos más especializados y modernos ofrecen soluciones de Ortodoncia Estética que garantizan resultados igual de favorables sin comprometer el aspecto de la sonrisa.

La ortodoncia infantil constituye un factor importante durante las primeras etapas del desarrollo dental

Como es bien sabido, el desarrollo físico es inherente a la niñez, causando alteraciones a lo largo del cuerpo tales como el aumento de estatura. Sin embargo, el crecimiento óseo también se evidencia en cada dimensión de la estructura maxilar. Naturalmente, a medida que la cavidad bucal se ensancha, las piezas dentales presentan un considerable desplazamiento, lo que tiende a resultar en grandes espacios entre cada diente (diastema) o bien, presentando un apiñamiento entre ellos. Además también pueden aparecer problemas en la erupción del diente o maloclusión, entre otros.

En vista de la gran cantidad de afectaciones dentales que pueden sufrir los menores durante su crecimiento, los especialistas han creado una importante rama de la odontología conocida como Ortodoncia Infantil u Ortodoncia Interceptiva.

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Cuando hablamos de Ortodoncia, nos referimos a la especialización de la Odontología encargada de estudiar, prevenir, tratar y corregir las malformaciones óseas que afectan el estado del entorno dentomaxilofacial, buscando restaurar las cualidades estéticas y funcionales de la mordida.

No obstante, podemos decir que los resultados de la Ortodoncia resultan más prácticos y efectivos durante la etapa de la infancia, la cual se extiende desde los 6 hasta los 11 años, ya que durante ésta la flexibilidad ósea permite ajustar las malposiciones o deformidades existentes, con el objeto de poder lucir una sonrisa armoniosa durante la adultez.

En ese orden de ideas, en Zen Dental recomendamos que los padres lleven a sus hijos a su primera revisión con el odontopediatra a partir de los 3 años, por lo menos una vez al año, para detectar errores de maloclusión esquelética que deban tener un tratamiento precoz antes de la aparición de los primeros dientes. Así mismo, las visitas al ortodoncista deben empezar entre los 7 y los 8 años, dado que es el momento en que existe una erupción definitiva de los incisivos superiores e inferiores, además de un considerable desarrollo óseo que nos permite diagnosticar la necesidad de corregir anomalías con premura. Por otro lado, de no ser necesario iniciar un tratamiento ortodóntico, lo correcto es asistir a dos o tres controles anuales para mantener una supervisión al orden y el estado de las nuevas erupciones.

Otro aspecto que caracteriza a los tratamientos de ortodoncia, es el uso de aparatos diseñados para ejercer diferentes tipos de fuerza, las cuales trabajan para corregir la posición una o varias piezas de la estructura dentomaxilofacial. Empero, dentro de la ortodoncia infantil lo más normal es implementar dichos aparatos a partir de los 7 años por los motivos anteriormente expuestos. A grandes rasgos, los aparatos de ortodoncia infantil se dividen en dos grandes grupos:

• Aparatos fijos: Los aparatos fijos son aquellos que van cementados a la superficie del diente. Los brackets; el aparato de ortodoncia fija más reconocido, trabaja sobre cada diente de forma exacta, ayudando a obtener una oclusión perfecta.
• Aparatos removibles: Los aparatos removibles, como su nombre lo indica, con dispositivos que cuentan con la capacidad de ser quitados y colocados nuevamente. Éstos son, generalmente, fabricados en acrílico y alambre, y cuentan con pequeños ganchos diseñados para sostenerse en los molares. Al tratarse de aparatos que trabajan aprovechando el crecimiento, no son útiles para el uso adulto, pues estos funcionan estimulando la corrección de los defectos óseos como la presencia de un paladar estrecho u ojival, el cual provoca una mordida cruzada posterior.

Los especialistas recomiendan utilizar estos aparatos en la noche y alrededor de 4 y 6 horas al día, pues naturalmente los resultados aparecerán con mayor rapidez y notoriedad entre más tiempo se lleven puestos.

Las alteraciones dentales a temprana edad son normales; se considera que por lo menos el 80% de la población infantil presenta anomalías de algún tipo (algunas más leves que otras), por lo que resulta fundamental mantener un contacto cercano con el odontopediatra, así como las consultas anuales. De este modo podemos evitar que nuestros hijos sufran de malestares en su mordida que puedan agravarse y desembocar en daños aún más perjudiciales durante etapas más maduras.

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Recuerda que además del uso de los aparatos ortodónticos, la higiene y la alimentación juegan un papel crucial para el bienestar bucal de los niños. Así que si te interesa conocer todos los cuidados necesarios para garantizar una mejor calidad de vida para nuestros hijos, puedes ponerte en contacto con Zen Dental.

Somos una clínica especializada en cuidados y tratamientos no invasivos, con el fin de reducir la ansiedad de nuestros pacientes y evitar que sientan ansiedad antes de asistir al dentista.

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La etapa de la lactancia de nuestros bebés es sumamente importante, pero ¿Sabes por qué?

Para nadie es un secreto que la lactancia materna es un acto sumamente importante, no sólo para la alimentación del bebé, sino porque también ésta acarrea consigo una serie de beneficios tanto para la madre como para su hijo. Podemos destacar, entre tantos beneficios, la disminución de riesgos a padecer alergias, del mismo modo a sufrir de menos infecciones de oído, enfermedades cutáneas, infecciones estomacales o intestinales, al igual que enfermedades respiratorias como la neumonía y la bronquitis. Así mismo, el bebé alimentado con leche materna, o calostros, desarrolla mejores defensas frente a la diabetes, problemas de peso, síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Sin embargo, los beneficios no se acaban ahí, pues la actividad de la lactancia materna ayuda a que el bebé tenga un mejor desarrollo maxilofacial, así como la posibilidad de adquirir agentes anticariógenos.

Así es; aunque estos beneficios no suelan ser resaltados del mismo modo que otras ventajas, el desarrollo y el crecimiento maxilofacial se estimula de manera correcta gracias a los ejercicios musculares que el bebé realiza para engancharse al pezón, succionar y deglutir. Además cabe mencionar que los niños que consumen directamente del seno de la madre, se acostumbran a respirar por la nariz mucho más temprano que aquellos que utilizan el biberón. Por otro lado, podemos decir que la composición del calostro posee factores anticariógenos, los cuales hacen que el componente principal del esmalte dental sea menos soluble y dificulte la adhesión de las bacterias causantes de la caries en primera estancia. Adicionalmente, la leche materna no fermenta del mismo modo que otros azúcares, y posee proteínas con cierta actividad antibacteriana.

Nuestros especialistas en Zen Dental recomiendan la actividad de amamantar a los pequeños durante sus primeros meses de vida pues, además de los beneficios ya mencionados, cuando el bebé consume el calostro directamente de su madre:

• Recibe la mejor alimentación posible que necesita un pequeño recién nacido, ya que la leche materna es rica en contenido proteínico, nutricional y de anticuerpos que un bebé requiere tan pronto llega al mundo.
• Gracias a la inmunoglobulina A secretora, el bebé adquiere una capa protectora sobre las membranas mucosas de la garganta, la nariz y los intestinos, las cuales son partes bastante susceptibles a virus, infecciones y bacterias. En otras palabras, el calostro no sólo proporciona defensas, sino que estimula el desarrollo del sistema inmunológico del bebé.
• La leche materna contiene una combinación de nutrientes (vitaminas, proteínas y grasas) en medidas adecuadas para el proceso de crecimiento del bebé. Es decir, ésta cambia a medida que el bebé va creciendo y necesitando componentes diferentes según su etapa.
• El bebé recibe los anticuerpos directamente del seno de su madre, lo quiere decir que el pequeño estará asimilando elementos que lo protegen del ambiente al cual se expone gracias a las defensas adquiridas por su mamá.

No obstante, el bebé no será el único beneficiado durante la etapa de la lactancia, pues la madre disminuirá el riesgo a enfermedades como el cáncer de ovarios y mama, la osteoporosis, enfermedades del corazón y la obesidad. Pero, tal vez, la cualidad más importante para ambas partes; madre e hijo, es la generación de un vínculo de amor, seguridad, proximidad y autoestima, así que la lactancia materna es una etapa que no debe ser menospreciada en absoluto.

Entonces, si te interesa conocer más sobre los beneficios de los cuidados para las etapas de gestación y lactancia, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros, donde no sólo podrás informarte sobre los últimos consejos y noticias del mundo de la salud dental, sino también de las bondades de la estimulación y el cuidado para tu hijo. En Zen Dental pensamos en toda la familia y, consecuentemente, tenemos soluciones para todos. ¡Conócenos!