Dra Paloma Cervera, Autor en Zendental - Página 4 de 10

5 razones más habituales de la formación de caries

La caries dental es uno de los problemas de salud bucal más frecuentes en los países industrializados. Afecta entre el 60 y el 90 % de los niños en edad escolar y la gran mayoría de los adultos.

Normalmente la saliva amortigua el efecto de los ácidos contenidos en los alimentos sobre el esmalte dental y proporciona un depósito adicional de minerales. Cuando se altera el equilibrio y los ácidos exceden la capacidad de mineralización de la saliva, se rompe el esmalte. Si la caries no es tratada, el esmalte se debilita, se forma una cavidad y el diente se destruye progresivamente. Pero ¿cuáles son las causas de ese desequilibrio? En esta nota analizaremos cinco razones para la formación de caries.

Los cinco motivos más habituales de la formación de caries

– Consumo de alimentos difíciles de disolver en la saliva: hay alimentos que son más difíciles de disolver en saliva que otros, por ejemplo, lácteos, helados, bebidas gaseosas, miel, azúcar, frutos secos, galletas, caramelos duros, cereales secos y papas fritas. Junto con la falta de higiene bucal adecuada, estos alimentos se adhieren más fácilmente al esmalte y favorecen la formación de placa dental conduciendo a la aparición de caries, ya que la saliva no los disuelve en forma eficiente.

– Consumo frecuente de comidas y bebidas azucaradas: los snacks, ricos en grasas saturadas, sal y azúcar; las bebidas azucaradas, refrescos, soda y otros líquidos, alimentan las bacterias de la boca que producen ácidos. Así ayudan a la formación de una capa de ácido sobre los dientes en forma continua alterando el equilibrio entre ácidos y minerales de la saliva.

– Inadecuada higiene dental: un cepillado inadecuado y sin la frecuencia necesaria permite la rápida formación de placa y aparecen las primeras fases de las caries. El cepillado diario o después de comer y beber y el uso de hilo dental son hábitos saludables y ayudan a prevenir la formación de caries junto con los tratamientos o suplementos fluorados. La placa mantiene los ácidos en contacto con los dientes e impide la acción disolvente y remineralizante de la saliva.

 

Los cinco motivos más habituales de la formación de caries

– Falta de flúor: el flúor ayuda a prevenir las caries y puede revertir el proceso de formación de caries en sus etapas iniciales. Debido a sus beneficios, el flúor se añade a los dentífricos, enjuagues bucales y al suministro de agua de red. El agua embotellada por lo general no contiene flúor. El flúor actúa en el proceso de mineralización de la saliva endureciendo los minerales depositados por esta.

– Problemas de salud: problemas de salud como la sequedad bucal causada por medicamentos y quimioterápicos, el reflujo gastroesofágico y trastornos de la alimentación como la bulimia y anorexia. Estos problemas interfieren en la producción de saliva y provocan el aumento de ácidos en la boca.

El reflujo hace que los ácidos estomacales suban hasta la boca causando un daño importante en los dientes. El riesgo de padecer caries aumenta también en adultos mayores que toman medicamentos para disminuir la salivación, lo que agrava el deterioro causado por la edad. Las caries también pueden ser consecuencia de enfermedades bucales como las de las encías.

Recomendaciones

Para prevenir la formación de caries recomendamos:

– Practicar una adecuada higiene dental.

– Reducir el consumo frecuente de azúcares.

–  Visitar al dentista regularmente.

– Considerar el uso de selladores dentales.

– Adoptar una dieta saludable, rica en frutas y vegetales frescos que aumentan la producción de saliva.

En conclusión

Como hemos visto, las caries son el resultado de una combinación de factores que contribuyen a la formación de la placa y el desequilibrio entre la saliva y los ácidos de los alimentos.

La mejor prevención es una alimentación saludable y buenos hábitos de higiene dental. ¿Lo sabías?

El consumo de azúcar y su relación con nuestra salud bucal

El consumo de azúcar podría aumentar el riesgo de caries: azúcar y salud bucal, por tanto, se relacionan significativamente en nuestra salud bucodental.

Una investigación de médicos de Europa específicamente de Francia relacionó el consumo de un vaso de bebida azucarada con el aumento hasta un 22 por ciento de riesgo de cáncer de mamá. Pero el consumo de azúcar no solo afecta al cuerpo, sino que también hay que añadir los problemas bucales derivados de un consumo de dulces, especialmente en niños.

Azúcar, el aliado de las caries

Quienes se acercan a consultar el porqué de la presencia de caries, la respuesta que encuentran es que el consumo de los productos que contienen azúcar produce erosión y el desgaste del esmalte. De esta forma, las bacterias tendrán una mayor facilidad de causar daño y atacar al diente.

La caries son una de las enfermedades de origen infeccioso de mayor relevancia en el hombre y uno de los principales problemas de salud en el mundo y esto tiene que ver en su gran mayoría a factores de riesgo como el sociodemográfico, físico-ambientales, biológicos y económicos.

Según los odontólogos, el azúcar no es la principal causa de la caríes, lo que realmente la provoca es el ácido que es producido por el azúcar y es lo que genera la película que recubre los dientes y encías y puede crear un pequeño agujero en el esmalte dental.

El tiempo, factor clave

La cantidad de tiempo que los dientes están en contacto con el azúcar incidirá directamente en el daño que se pueda ocasionar. Aunque uno se cepille los dientes y utilice seda dental regularmente, no se puede alcanzar el origen de las caries, por eso se recomienda visitar al odontólogo, mínimo, cada 6 meses.

La formación de la caries se puede identificar cuando se observa una forma pequeña en áreas de desmineralización en la superficie del esmalte, pudiendo progresar a través de la dentina y llegar hasta la pulpa dental. Esto causa un gran dolor, que hace necesario asistir al consultorio inmediatamente.

 

Limpieza dental como medida preventiva

Limpieza dental como medida preventiva

Los odontólogos recomiendan a quienes tienen niños, ya que a la gran mayoría les gustan los dulces, llevar un cepillo portátil en todo momento. Así pueden cepillarles cuando se termina de consumir los dulces, los postres o algún alimento que contenga azúcar.

Otro de los problemas es que algunos padres de familia no revisan el cepillado de los niños, lo que también repercute en caries en los dientes temporales, que también hay que cuidar. Dependiendo del cuidado de los dientes de leche, salen los dientes definitivos.

En los padres de familia y en los cuidadores recae la responsabilidad, y por eso es importante que sean conscientes de que un buen cepillado y el constante uso de la seda dental puede evitar un tratamiento doloroso para los niños y costoso para el bolsillo.

Dieta sana, dientes sanos

La alimentación saludable también es importante; las frutas son una forma sana de alimentarse para satisfacer el antojo de comer algún dulce. La principal clave para evitar que los dientes tengan caríes, es evitar que la boca quede recubierta con azúcares y otros carbohidratos lo que permite  la formación de ácidos.

Los médicos constantemente llaman la atención a los padres de familia para que estén más atentos al cuidado de los dientes de los niños, en la mayoría de consultorios de 100 niños atendidos el 40 % tiene caries.

Las pautas alimentarias del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos invitan a limitar el consumo de refrescos que son una de las mayores fuentes de azúcar y aunque no se puede evitar todas las caries, sí se puede reducir las posibilidades de tenerlas mediante el cuidado oral apropiado y con pequeños cambios de dieta.

La caries dental, ¿tiene algo que ver con mis hábitos alimenticios?

Durante años los dentistas nos han aconsejado disminuir el consumo de azúcar al máximo debido a que estos pueden producir caries, de manera que hemos logrado evitar ser atacados por esta afección indeseable simplemente al eliminar este aditivo de nuestra dieta diaria. No obstante, nuevos estudios han descubierto que la caries dental y los hábitos alimenticios se encuentran relacionados. ¿Quieres saber qué otros alimentos evitar? ¡Te lo decimos a continuación!

La caries dental y tus hábitos alimenticios

Una dieta balanceada no solo es sumamente relevante para mantener nuestra salud general en óptimas condiciones, sino que también es de gran ayuda para la salud bucal. De no seguir una dieta correcta, se incrementan las posibilidades de desarrollar enfermedades en las encías y caries dental.

Esto aplica a cualquier etapa de nuestra vida y debe ponerse en práctica desde la infancia con la finalidad de prevenir molestias. De igual modo, la dieta también es fundamental durante el proceso de gestación, y la madre debe asegurarse de alimentarse adecuadamente para el correcto desarrollo de la dentadura de su pequeño.

Alimentos que hemos de evitar

Como hemos mencionado, el azúcar es la causa más común de caries dental, y aunque no es necesario eliminar todos los alimentos azucarados, sí es importante disminuir su ingesta.

No obstante, existe otro enemigo de nuestra dentadura: los carbohidratos. Todas las comidas que contengan carbohidratos fermentables pueden ayudar en la aparición de caries. Por lo que es imprescindible prestar mucha atención a nuestro consumo de dulces, pastas, patatas fritas, pan e incluso algunas frutas, ya que estos pueden iniciar un proceso de desmineralización perjudicial para nuestros dientes.

 

La caries dental y tus hábitos alimenticios

 

Algunos consejos

  • No olvides limitar el consumo de bebidas con mucha azúcar, especialmente los refrescos.
  • Evita a toda costa los alimentos que puedan pegarse a tus dientes, ya que esto produce un incremento en la placa bacteriana. Un ejemplo de esto lo encontramos en las galletas, los pastelillos y las papas fritas, ya que por su composición suelen durar más tiempo entre los dientes y las muelas,
  • Incrementa la ingesta de leche, yogur natural y algunos alimentos ricos en fibra, como pueden ser el brócoli, el pescado, las coles de Bruselas y los frutos secos.
  • Consume alimentos ricos en vitamina B y hierro, ya que son un gran aliado para la preservación de la salud de nuestras encías.

Alimentos que debemos consumir

  • Gomas de mascar sin azúcar.  Aunque pueda resultar extraño, se recomienda consumir goma de mascar después de las comidas, puesto que ayudan a eliminar los ácidos que dañan el esmalte de los dientes. Solo asegúrate de que sea sin azúcar o conseguiremos el efecto contrario. Algunas gomas poseen xilitol, un elemento que se ha demostrado, cuenta con cualidades preventivas de caries al inhibir el desarrollo de srteptococus mutans, la bacteria causante de la caries dental.
  • Incrementar el consumo de frutas y verduras, especialmente aquellas que contienen fibra y estimulan el desarrollo de saliva, la cual es una defensa totalmente natural en contra de las caries. También debes optar por frutas y verduras que sean frescas y no tan dulces, tales como las manzanas, el apio y las zanahorias.
  • Nunca dejes de lado los productos lácteos. Los alimentos como el queso, la leche, el yogur, etcétera, tienen alto contenido de calcio y vitamina D; elementos de suma importancia para los dientes, que están constituidos principalmente de calcio. Sin mencionar que el calcio se mezcla con la placa y se adhiere a la dentadura, de manera que crea una película que los protege de los terribles ácidos que provocan caries y ayudan a restaurar su esmalte natural.

Conclusión

Como has visto, la alimentación está íntimamente ligada a la salud bucal, de manera que no olvides estos consejos para prevenir cualquier tipo de problema.

¿Cuál es la relación entre el sarro en nuestra boca y la halitosis?

Cuando se habla de mal aliento pocos reflexionan sobre la relación entre el sarro de la boca y la halitosis. El mal aliento se debe a la presencia de múltiples bacterias que quedan entre los dientes si no limpias de manera correcta tu dentadura con hilo dental. Esas bacterias liberan componentes de azufre, lo que se percibe como mal olor.

¿Sufres halitosis y no sabes por qué?

Si sufres de halitosis, debes tratarlo cuanto antes. Aunque se trata de un problema de hábito personal, por no saber cómo cepillarte o ignorar sus causas, el impacto es social. Generalmente las personas rechazan a quienes tienen mal aliento. Esto en ocasiones puede contribuir a una baja autoestima y hacerte sentir inseguro. De acuerdo a revistas especializadas, la halitosis la sufren 7 de cada 10 personas. Además, el 90 % de los casos que se originan en la cavidad bucal no son producto de problemas estomacales como mucha gente cree.

Respecto a los hábitos alimenticios, hay algunos particulares, como el ingerir cebolla o ajo, que contribuyen a que el mal aliento sea más potente, lo mismo que el hábito de fumar. Quienes fuman contribuyen en demasía a la creación de sarro en lengua y dientes. Otras causas que contribuyen a la presencia de halitosis, además de poca higiene, es la presencia de implantes y caries mal atendidos.

Hay muchos mitos que se han creado en torno al mal aliento. Uno de ellos es que el enjuague bucal lo elimina, cuando solo lo hace de manera temporal. Debe tomarse en cuenta que la presencia de halitosis sirve como una señal de otros problemas bucales, por ejemplo, la inflamación de las encías. Desde cierto punto de vista, la halitosis desempeña una función positiva al ponernos en alerta de otras patologías.

No basta con lavarte los dientes, también debes cepillarte la lengua y utilizar hilo dental. Una vez identificadas las diversas causas de la halitosis y después de haber desvanecido los mitos que se han creado al respecto, lo único que puedes hacer si la padeces es combatirla de manera cotidiana a través de un puñado de acciones muy concretas.

 

Cinco pasos para evitar el sarro en los dientes

Cinco pasos para evitar el sarro en los dientes

Si no tenemos una adecuada higiene bucal, los residuos de comida pueden causar placa dental, la cual es muy común, pero si no se remueve mediante el cepillado, al acumularse y endurecerse se convierte en sarro.

1. Utiliza hilo dental. Con el uso correcto podrás remover partículas de comida así como la placa que se incrusta en lugares difíciles de alcanzar y que puede transformarse en sarro.

2. Lava tus dientes con pasta dental que contenga fluoruro. Este ingrediente es indispensable para que puedas proteger tus dientes del deterioro cotidiano.

3. Cepilla tus dientes dos veces al día. La limpieza bucal siempre será tu aliado para eliminar cualquier residuo extra. Por ello es necesario que laves tus dientes dos veces al día durante al menos dos minutos en cada ocasión. De esta manera, podrás remover la placa dental y por lo tanto, el sarro.

4. Usa enjuague bucal. Con sus agentes antibacteriales, el enjuague te ayudará a disminuir la acumulación de sarro en las encías.

5. Si no es posible evitar los alimentos y bebidas azucaradas lo que sí debes hacer es esmerarte un poco más en la limpieza bucal cuando los ingieres. El azúcar es un pésimo aliado en cuanto a mantener una adecuada higiene bucal, ya que nutre las bacterias que causan el sarro, deteriorando la dentadura.

Conclusión

La limpieza bucal es importante para no padecer halitosis y otro tipo de patologías como la inflamación de las encías. Sigue los consejos anteriormente mencionados y tendrás una salud bucal óptima.

Limpieza de boca, ¿una o dos veces al año?

Si desde niño conocieras la importancia de la higiene dental, cuidarías de tus dientes como si de ello dependiera tu vida, pues en realidad es así de importante. Una deficiente limpieza de boca o la ausencia de la misma nos trae muchos problemas de salud. Los más comunes son: problemas de encías, halitosis y caries.

¿Cada cuánto tiempo debemos hacer limpieza dental en el odontólogo?

Es recomendable realizar una limpieza dental profesional cada 6 meses. Esto dependerá de la situación en nuestra boca. El odontólogo decidirá y te citará más o menos veces según su criterio. Aunque pueda no resultar agradable, se trata de una medida de prevención indispensable.

Para disminuir la frecuencia de estas visitas, debemos poner de nuestra parte, llevar un hábito de limpieza en casa que mejore nuestra salud oral y permita que nuestras visitas al odontólogo nunca resulten urgentes.

Buenos hábitos dentales en casa

Siguiendo estos pasos para mantener una buena higiene bucal, sólo deberás ir a realizar una limpieza profesional una vez al año, a menos que ocurra un problema esporádico.

Cepilla tus dientes a diario

Aunque escuchar este consejo parezca obvio, pues todos pensamos que lo hacemos bien, no se trata solamente de cepillarnos a diario, sino con una técnica adecuada y 3 veces al día, una después de cada comida.

 

Buenos hábitos dentales en casa

¿Qué logramos haciendo esto? Para empezar evitamos enfermedades ya que eliminamos la placa dentobacteriana, donde se alojan las bacterias que destruyen paulatinamente nuestros dientes y al mismo tiempo, prevenimos también que se forme el sarro que se aloja entre el diente y la encía.

Al endurecerse el sarro y pegarse con fuerza al diente, forma el lugar perfecto para el cultivo de bacterias; este sarro no se puede eliminar con el cepillado diario, por eso debemos asistir a una limpieza profesional.

Además, cuando las bacterias se reproducen cerca de nuestras encías, el cuerpo humano reacciona y se defiende; en ese momento aparecen las inflamaciones y los sangrados en la boca, que son un problema que sí debe atenderse con prudencia: esta enfermedad es llamada gingivitis.

 

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Utiliza hilo dental

También se recomienda tres veces al día, después de ingerir los alimentos, ya que ayuda a retirar restos de comida que hayan quedado entre los dientes y que se puedan descomponer, llegando a producir caries en los dientes aledaños.

La aparición de las caries conlleva un riesgo mayor, que es la pérdida de tus dientes de hueso que de llegar a ocurrir, causará que debas acudir al dentista mas frecuentemente y por otras razones, por ejemplo la colocación de implantes dentales, para reponer los dientes que hayas perdido.

¡No te olvides del enjuague!

Ya que el cepillado no elimina la totalidad de los cuerpos extraños en nuestra boca y por eso utilizamos el hilo dental, una complementación necesaria a su efecto, está en acompañarlo con enjuague bucal, que es un líquido que arrastra las partículas no removidas por el hilo.

Además de ayudar con la limpieza, es un eficiente aliado para resolver la mayoría de problemas de mal olor en la boca o halitosis, en muchos casos causada directamente por la proliferación de bacterias en la boca.

Elige bien tu crema dental

El mejor complemento de una buena limpieza dental en casa es la crema dental. Es importante seleccionar un producto adecuado para nuestra salud. La crema dental debe contener flúor para proteger el esmalte, bicarbonato para evitar las manchas y en caso que tengamos gingivitis, será recomendable una con antiinflamatorios para aliviar las encías.

En conclusión

Por último, recuerda que la limpieza de tus dientes es un hábito cotidiano que se refuerza con visitas al odontólogo, y que debemos tratar de mantener durante toda la vida si queremos disfrutar de una sonrisa sana.

La buena alimentación, ¿incide en mi salud bucal?

La respuesta es sí. Te darás cuenta de ello con solo ver qué sucede en tu boca desde que entra en ella un alimento, lo cual te explicaremos a continuación. No te preocupes, después también te detallaremos qué alimentos son buenos para tu salud bucal y cuáles no. ¡Tú decides!

¿Qué sucede en la boca al tomar alimentos?

Nada más el alimento entra en la boca y lo masticamos, o bien lo bebemos (¡ojo, también el azúcar y otras sustancias de las bebidas se quedan en tu boca!), se segrega saliva, que interviene en las primeras fases de la digestión.

Entre otras, esta consiste en la descomposición de moléculas complejas como los carbohidratos en moléculas más sencillas, como los azúcares. Estos son los que aprovechan las bacterias. Estas últimas consumen azúcar y producen ácidos, que son los que dañan nuestros dientes o nuestras encías. Pero esto solo sucede a los 20 minutos después de ingerir el alimento, es decir, si antes de ese tiempo nos cepillamos correctamente los dientes es muy probable que evitemos que esto suceda.

Además hay otra buena noticia: la ingesta de determinados alimentos, en conjunto con nuestra saliva, puede evitar hasta cierto punto que las bacterias produzcan este ácido.

Otros, en cambio, aceleran el proceso.

 

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Qué alimentos son saludables para tus dientes y encías y cuáles no lo son

 

Qué alimentos son saludables para tus dientes y encías y cuáles no lo son

Descubre cómo puedes cuidar tu salud bucodental con la alimentación.

Los alimentos más perjudiciales

Comencemos por lo que deberíamos eliminar de una dieta ideal para nuestra salud dental y gingival.

Los más perjudiciales de los alimentos son los azúcares. Los carbohidratos en general también lo son, pero dado que se descomponen lentamente en la boca y a veces no llegan a hacerlo del todo, lo son menos. Para evitar problemas, lee la información nutricional de los alimentos fijándote en los carbohidratos y sobre todo en los azúcares. Haz esto también en las bebidas.

Las bebidas que «no contienen azúcares añadidos» sí pueden contener azúcares naturales, por desgracia, igualmente perjudiciales para tu salud bucodental. También las frutas con alto contenido en azúcares lo son. No dejes por ello de consumirlas: verás que sus vitaminas contrarrestan con creces ese efecto. Pero debes cepillarte los dientes después de consumir cualquier alimento con azúcares, también las bebidas y las frutas.

Por otro lado, si el esmalte de tus dientes es sensible, no es recomendable que consumas cítricos ni encurtidos como pepinillos o aceitunas.

Los alimentos beneficiosos

Lo más beneficioso, como siempre, es llevar una dieta equilibrada y con las vitaminas y minerales que necesitas. La falta de nutrientes es muy perjudicial para los dientes y en especial las encías.

1. Bebe suficiente agua, siempre un poco más de la que te quite la sed y sobre todo, bebe nada más notes la boca seca. La sequedad de boca, es decir, falta de saliva, deja a tu boca sin defensas.

2.Los lácteos (leche, yogures, queso, etc.) tienen calcio y otros minerales que refuerzan y embellecen el esmalte dental. No olvides cepillarte los dientes después, sobre todo si contienen azúcares o son «pegajosos».

3.Las fresas: aún mejor si trituras un poco de fresa, la colocas en tu cepillo de dientes y te los cepillas con ello como si fuera tu pasta de dientes normal. Es un blanqueante natural.

4.La manzana cruda también pule y blanquea ligeramente los dientes. Para ello, come una manzana cruda con piel, a mordiscos y mastícala bien con los molares.

Por último

Como ves, puedes aprovechar perfectamente los efectos positivos de ciertos alimentos y, con solo cepillarte adecuadamente los dientes después, no tienes por qué renunciar totalmente a los perjudiciales. Puedes leer más sobre el panorama de la higiene bucal en España, aquí.

Consejos de limpieza de boca del dentista: acude al consultorio

Todos debemos estar al día con nuestra higiene bucal. Desde pequeños se recomienda que al salir el primer diente, se debe comenzar una rutina de cepillado.

Dependiendo del buen o mal hábito que hayas adquirido durante tu infancia, será la frecuencia con la que deberás realizar una limpieza de boca con el dentista.

Cuando pensamos en un odontólogo pensamos en taladros, sin embargo, debemos visitarlo, sobre todo para hacernos limpiezas dentales, que es lo más común que realiza un odontólogo a un paciente. Solo después de realizar una buena limpieza de boca, el dentista puede observar si existe algún otro problema dental.

¿Cada cuánto tiempo se debe asistir a una limpieza de boca por un dentista?

Disipa de una vez esa duda: las limpiezas que debas realizarte dependerán de tu higiene bucal.

Un paciente que tenga un excelente hábito de limpieza podrá ir al dentista una vez al año, pero si se trata de una persona que no se cepilla tres veces al día, no usa hilo dental después de las comidas y no aplica enjuague bucal líquido como complemento del cepillado, esa persona tendrá que asistir al odontólogo por lo menos cada cuatro meses.

Cada-cuánto-tiempo-se-debe-asistir-a-una-limpieza-de-boca-por-un-dentista

La única forma de que conozcas la frecuencia en que debes asistir al odontólogo para realizar una limpieza es acudiendo para hacer una valoración inicial y que genere una planificación de cada cuánto tiempo es recomendable que la realices, según tu situación. Además:

  • Una de las cosas que debes saber a la hora de realizar una limpieza es que no duele. Si acudes al higienista de manera relajada, será casi imperceptible.
  • En caso contrario, si estás asustado y con los músculos tensos, puedes sentir ciertas molestias pero tampoco serán una gran incomodidad en tu boca.
  • En la actualidad los aparatos que utilizan los odontólogos no son tan abrasivos como lo eran anteriormente, no causan dolor e incluso son técnicas que protegen la boca del calor que pueden producir los instrumentos, ya que aplican rocíos de agua para enfriarla.

Además de eliminar todos los factores nocivos a la salud bucal, la limpieza irá puliendo las superficies de los dientes, mejorando así la situación del esmalte en los dientes que los va deteriorando por el consumo de algunos alimentos.

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¿Debes realizarte una limpieza dental?

La limpieza dental no se realiza solo por estética, aunque sí mejora tu sonrisa, pues da como resultado unos dientes más blancos, limpios y sanos. Igualmente:

  • Esta es la base para una buena salud dental, ya que se eliminan a profundidad la placa bacteriana y la acumulación de sarro que está adherida a tus dientes y pueden generar otras afecciones más graves.
  • Lo peor es que todo esto ocurre sin que lo notes. Solo puede verificarlo un odontólogo mediante una limpieza bucal frecuente.
  • Aunque no la veas, la placa bacteriana se aloja en tus dientes y libera unos ácidos que van debilitando y dañando el esmalte. Al ocurrir una fisura, las caries comienzan a aparecer.

Cuando un dentista realiza una limpieza, no solo observará el estado de tus dientes y vigilará la formación de caries, también es importante que verifique las encías, ya que de esta manera se previenen la gingivitis, las inflamaciones y sangrados, que no son síntomas normales para nuestra salud.

En cuanto observes uno de esos síntomas debes visitar al odontólogo. La limpieza en casa previene todos estos males, pero en caso de que aparezcan, una limpieza profesional eliminará, calmará las molestias y evitará que vuelvan a presentarse, siguiendo los consejos de limpieza de boca del dentista.

Blanqueamiento dental: alimentos a evitar tras el tratamiento

Cuando te realizas un blanqueamiento dental, debes seguir unas recomendaciones bastante estrictas por parte de tu dentista. Estas pautas, sobre todo, estarán enfocadas a extremar tu higiene y a determinar qué alimentación deberías llevar los primeros días tras el tratamiento.

¿Qué alimentos tengo que evitar tras un blanqueamiento dental?

Un blanqueamiento de los dientes es un tratamiento que no resulta excesivamente agresivo. No obstante, en los días posteriores los dientes están más sensibles y porosos, de modo que el consumo de ciertos alimentos puede teñirlos con facilidad.

Por tanto, los dentistas suelen recomendar cuáles son los principales alimentos a evitar tras un blanqueamiento. De este modo, conseguirás mantener el color adquirido en lugar de que tornen a un tono amarillo o marrón. Por lo general, esta recomendación no se mantiene más allá de una semana y es bastante estricta, en especial, durante las primeras 48 horas. Sin embargo, dependerá del tratamiento exacto llevado a cabo por cada odontólogo y, por tanto, lo mejor es que estos te especifiquen la duración exacta.

blanqueamiento dental alimentos a evitar

Bebidas con alto poder de tinción

Algunos de los principales alimentos que deberás rehuir son las bebidas con alto poder de tinción. Entre ellas, destacan el café, el té, el vino y las derivadas del chocolate.

El café es una de las bebidas que por sí misma colorea los dientes. Si lo ingerimos tras un blanqueamiento, cuando los dientes están especialmente porosos, el efecto será todavía mayor. Además, debido a su efecto ácido, penetrará más fácilmente en el esmalte. Es por ello que se recomienda no consumirlo durante los días posteriores al tratamiento o, en caso de hacerlo, blanquearlo al máximo con leche.

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Otras de las bebidas que contienen taninos son el vino tinto y el té. Los taninos son unos compuestos orgánicos que tienen un color intenso y que, en consecuencia, pueden colorear los dientes. En el caso del té, donde existen distintas variantes, sería conveniente acostumbrarnos a aquellas que contienen una menor cantidad de dichos compuestos. Nos referimos al té blanco o al té verde.

El chocolate, ya sea en bebida o en sólido, también posee una capacidad notable para teñir los dientes, por lo que se recomienda evitarlo.

Alimentos que tiñen tus dientes

Además de las bebidas mencionadas, existen otros alimentos que tiñen las piezas dentales. Entre ellos, merecen tu atención los vegetales que atesoran una gran cantidad de pigmentos, como son la remolacha, las espinacas o los arándanos.

Así mismo, destacan algunos aderezos como la salsa de soja o el vinagre de Módena. En ambos casos, hablamos de líquidos muy oscuros que tenderán a colorear tus dientes de una tonalidad amarilla. En esta misma línea, tampoco se recomienda la tinta de calamar ni algunas especias que contengan cúrcuma (como es el caso del curry y otras mezclas de origen hindú o africano).

Por último, ten presente que el consumo de tabaco tampoco es favorable para tu propósito de mantener los dientes más blancos. Especialmente, durante los días posteriores al tratamiento.

Evita la sensibilidad dental

Como consecuencia de su elevada porosidad, los dientes sufren ante determinados alimentos. Por ello, se aconseja dejarlos de lado durante unos 7 días tras realizar el blanqueamiento. Los más agresivos son los que contienen ácidos: frutos rojos, zumos de limón o helados excesivamente fríos. Así mismo, las bebidas gaseosas con burbujas también suelen provocar incomodidad.

En definitiva, un blanqueamiento dental puede mejorar notablemente el tono de tus piezas dentales. Eso sí, unos días después de realizarte este tratamiento tendrás que seguir unas pautas para evitar la tinción repentina de los mismos. Los dientes están más sensibles y porosos tras el blanqueamiento, por lo que hay que restringir el consumo de ciertos alimentos.

Conoce algunas curiosidades sobre tus dientes

Así que crees que lo sabes todo sobre tus dientes, ¿no? Bueno, pues a continuación vamos a contarte algunas cosas que tal vez no conocías sobre esas pequeñas piezas blancas que llevas en la boca.

  1. El cuidado dental no es algo enteramente nuevo, pues nuestros antepasados mascaban pequeñas ramas para mantener sus dientes libres de residuos y placa bacteriana.
  2. Alrededor de 1.700 un expedicionario británico adaptó el primer cepillo de dientes basándose en un elemento que vió en la China durante uno de sus viajes. El elemento consistía de un hueso con cerdas de marrano incrustadas en agujeros y amarradas por alambre al otro extremo.
  3. Los científicos pueden estudiar nuestra dentadura y gracias a ella determinar diferentes variables como, por ejemplo, qué comemos o bebemos, cuántos años tenemos, periodos de estrés, en qué parte del planeta vivimos, e incluso nuestro estado de salud.
  4. Aunque nos guste creer que somos seres simétricos, nuestros dientes evidencian todo lo contrario. En otras palabras, cada uno de nuestros 32 dientes es diferente, y éstos son distintos entre cada persona, lo que sugiere que ¡tu sonrisa es única!
  5. Puede que nuestros dientes empiecen a erupcionar entre el tercer y sexto mes, pero ¿Sabías que la corona de nuestros primeros 20 dientes ya se encuentran presentes debajo de las encías desde el momento que nacemos?
  6. Puede que no lo creas, pero la mala higiene bucal no solo causa caries o mal aliento, sino también diabetes, complicaciones respiratorias, lesiones musculares y enfermedades cardiovasculares, entre otras.curiosidades-sobre-tus-dientes
  7. Cada sección de nuestra arcada cumple una función diferente, ya que los incisivos cortan los alimentos en pequeños trozos, los caninos están diseñados para desgarrar, y los premolares auxilian la función de los incisivos y los molares, la cual es moler el alimento hasta convertirlo en una masa digerible.
  8. Es común que una persona con una dentadura apiñada o desalineada tenga complicaciones para hablar, sea por cuestiones de sonido o dicción.
  9. ¡Es posible volver a colocar un diente que se cae! Así es; cuando pierdes una pieza dental permanente por un golpe u otro motivo, lo más recomendable es ponerlo en un vaso de leche o llevarlo en tu mejilla, y asistir al dentista cuanto antes.

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  10. En Noruega existe un banco de dientes donde los científicos estudian diferentes variables a partir de las pequeñas piezas aportadas por niños que han decidido ayudar a la ciencia.
  11. Hay un procedimiento quirúrgico bastante complejo (pero muy exitoso) con el cual puedes disminuir la ceguera con la ayuda de tus dientes. Esto se logra a partir de un conducto de canales sanguíneos y nervios que se implantan a través de un canino hacia el canal ocular.
  12. Nuestro organismo puede llegar a generar entre uno y dos litros de saliva al día, y ello nos ayuda a proteger y limpiar nuestros dientes de manera natural. Sin embargo, es necesaria la ayuda del cepillado.
  13. El esmalte de nuestros dientes está conformado por cristales de hidroxiapatita unidos de manera similar a las escamas. Esto quiere decir que nuestros dientes están protegidos por una delgada barrera casi tan resistente como el diamante.
  14. ¿Sabías que es posible desarrollar tumores en los dientes? Éstos son conocidos como teratomas, los cuales tienden a ser benignos y por suerte, pueden ser fácilmente removidos quirúrgicamente.
  15. Se estima que tenemos alrededor de 300 familias de bacterias diferentes cohabitando en la superficie de nuestros dientes. Cabe mencionar que no todas son malignas, pero sí es importante mantener una buena higiene para prevenir que se multipliquen y causen infecciones.
  16.  La razón por la que el 65% de las personas tienen muelas del juicio, es porque nuestros antepasados necesitaban de éstas para triturar frutos duros, ramas y hojas sin dificultad.
    Sin embargo, a causa de nuestro proceso humano de evolución, cada vez es mayor la población que nace sin estos dientes.

¿Cómo cepillarse los dientes correctamente?

Aunque se trate de pequeños elementos que no siempre se encuentran a la vista, sabemos que nuestros dientes son un aspecto fundamental para nuestra vida social, ya que una sonrisa bella y saludable son el reflejo de una mejor calidad de vida.

Sin embargo, una buena dentadura también tiene importantes efectos en nuestra salud, de modo que es crucial mantenerla siempre sana y reluciente.

Más allá de los trucos y claves para gozar de una sonrisa atractiva, en la Clínica Dental Las Rozas somos conscientes que el verdadero secreto para mantener una dentadura de ensueño es llevar una rutina de cepillado e higiene. Por tal motivo, a continuación, te explicaremos cómo realizar un buen cepillado.

1. Enjuaga antes de cepillar

Un consejo de los expertos para llevar una buena rutina de higiene dental, consiste en preparar tu boca antes de empezar a pasar el cepillo. Para ello, es importante que hagas uso del enjuague bucal por un minuto, de modo que puedas eliminar la mayor cantidad de residuos de comida e impurezas, y luego enjuagar con abundante agua.

Así tu boca estará preparada y la labor del cepillo será más efectiva.

2. Movimientos lineales cortos

Uno de los hábitos incorrectos que se han popularizado a la hora de cepillarse los dientes, es el hecho de realizar movimientos largos de arriba a abajo. La verdad es que lo correcto es efectuar movimientos lineales cortos desde la encía hasta el borde del diente, de modo que no se estén arrojando todos los residuos de una arcada a la otra.

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3. Movimientos circulares en la parte trasera

Teniendo en cuenta que los molares son piezas mucho más voluminosas, es lógico que sea necesario cubrir una mayor superficie del diente para obtener una buena limpieza. Lo aconsejable es realizar movimientos circulares en la parte superior del diente, con el fin de eliminar cualquier rastro de comida acumulada entre los surcos de la corona.

4. No olvides ningún rincón

Ten en cuenta que la estructura dental es un entorno completamente accidentado, lleno de pequeñas aberturas e irregularidades. La rutina del cepillado debe ser un ejercicio de paciencia y dedicación, donde recorras cada punto de tu boca con detenimiento.

Recuerda pasar el cepillo por la cara trasera de los dientes, entre el diente y el labio, las mejillas y debajo de la lengua.

5. Recuerda limpiar tu lengua

Hablando de la lengua, ¿sabías que ésta acumula más bacterias que el resto de la boca? Con esto te invitamos a cepillar cuidadosamente tu lengua, eliminando la capa blanca que la recubre y causa el mal aliento. Asimismo, puedes adquirir un limpiador de lenguas que te facilite esta tarea.

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6. Utiliza la seda dental

Una vez has terminado tu rutina con el cepillo, es hora de eliminar las bacterias y los residuos de las partes más difíciles de alcanzar. Para ello debes tomar una pequeña porción de la seda dental, envolverla entre tus dedos y pasarla cuidadosamente entre tus dientes. Este resultado también lo puedes alcanzar con la ayuda de un cepillo interproximal.

Recuerda hacer un movimiento que tenga contacto con ambos dientes, pero, sobre todo, evita lastimar tus encías.

7. Vuelve a enjuagar

Por último, vuelve a tomar un poco del enjuague bucal y muévelo en tu boca durante dos minutos. Esto permitirá que todos sus componentes actúen correctamente y eliminen cualquier rastro de bacteria que aún permanezcan en tu boca.

Además…

● Cambia de cepillo cada tres meses, o después de haber estado enfermo.

● Guarda tu cepillo en un lugar seco para evitar la acumulación de hongos.

● No compartas tu cepillo para prevenir la transmisión de bacterias.

● Limpia cuidadosamente el cepillo luego de haberlo usado.

Ten en cuenta la importancia de llevar a cabo esta rutina tres veces al día después de cada comida.