Seguramente deberás llevar a tu hijo a la primera visita con el dentista en una sala de odontopediatria. En este post te mostramos algunos consejos para que tenga una buena experiencia en la consulta y no aparezcan problemas de conducta.
La primera visita dental
Un dentista es un profesional de la salud que ha estudiado odontología y se encarga de evitar, determinar y tratar enfermedades dentales y bucales.
Sabemos que, para algunos niños, ir al odontólogo puede convertirse en un trauma porque tal vez tenga miedo. También hay casos en los que no sabe lo que pasará o en los que los padres transmiten sus temores a los pequeños.
Debes explicarle a tu hijo como será la visita dental, la cual comenzará con una limpieza completa donde se usarán instrumentos especiales para eliminar el sarro acumulado. De este modo, se previenen las caries y los problemas de las encías.
El profesional hará un examen completo de sus encías, boca y dientes para comprobar si existen problemas. Además, según la edad, pueden realizarse algunas radiografías para determinar si hay otros trastornos que pasan inadvertidos.
El intervalo de tiempo para consultar a un dentista sobre la salud de los más pequeños es de tres a seis meses.
3 estrategias previas para que el niño pierda el temor
A continuación, te damos tres recomendaciones para que la primera cita con el odontopediatra resulte más llevadera:
1. Conversar con tranquilidad: Es mejor explicarle dónde va y qué proceso se seguirá en la clínica dental. Puedes contarle que el dentista verificará el estado de sus dientes y que lo felicitará por su cuidado.
2. Demostrar una buena higiene dental: Cuando toda tu familia practique el cuidado bucal, tu hijo observará la importancia de este proceso y no sentirá miedo por ir a una cita.
3. Escoger una buena clínica dental: Has de seleccionar una consulta de garantías donde vaya a estar tranquilo. También es importante que se encuentre cerca de tu casa y tenga horarios flexibles para facilitar la visita.
Por otro lado, has de valorar que el personal tenga experiencia y sea amable. Del mismo modo, que el centro cuente con un espacio limpio e iluminado y, por último, que posea una decoración adaptada en la sala de espera.
La visita a un odontopediatra es vital para conservar una buena salud bucodental y para identificar posibles problemas de manera inmediata.
Importancia de la comunicación entre el dentista y el menor
Si, en la primera cita, el dentista de confianza logra establecer una buena comunicación con tu hijo, puedes evitar ciertos problemas de conducta de tu pequeño.
En este sentido, la preparación anticipada es el punto de inicio para concienciar a tu hijo sobre lo que le sucederá en el consultorio. Esto se puede llevar a cabo mostrándole vídeos o imágenes positivas sobre el proceso de limpieza bucal para lograr un entorno de confianza y cero preocupaciones. También puedes ofrecerle un premio para que el niño colabore y pierda el miedo.
Por otra parte, el odontopediatra necesitará comunicarse directamente con el niño, por lo que cualquier distracción del ambiente ha de ser controlada. Recuerda que, para un dentista, es fácil relacionarse con tu hijo cuando no estás presente en el proceso de limpieza bucal. Sin embargo, hay casos en los que el apoyo de los padres hace que el niño se sienta más tranquilo y relajado.
Si estás pensando cómo evitar problemas en la consulta de un dentista, tener en cuenta los factores mencionados puede ayudar a tu niño a tener una buena experiencia.
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