Restaura la funcionalidad y la apariencia de tus dientes por medio de las Coronas Dentales
Las coronas dentales son réplicas de una pieza dental natural en tanto a forma, tamaño y color. Éstas funcionan como un modo de restauración funcional y estético sobre dientes que presentan fisuras, decoloración y demás afectaciones. Además, son una solución válida dada su capacidad para pasar desapercibidas mientras entregan beneficios a la boca, tales como evitar el desplazamiento de piezas dentarias y la mantención intacta de los espacios.
Entrando un poco más en detalle, las coronas dentales pueden ser producidas de diferentes maneras; entre las más populares podemos referir a las coronas dentales de cerámica y las coronas dentales de metal y cerámica. Ambas, aunque parcialmente tengan bastantes similitudes, guardan propósitos diferentes.
En el caso de las coronas dentales de cerámica, los especialistas las utilizan cuando buscan solucionar problemas estéticos, mientras que las coronas dentales de metal y cerámica son implementadas para solucionar problemas un poco más funcionales, pues son colocadas sobre piezas con fisuras, deterioradas o cuando la pieza está completamente ausente, gracias a su evidente resistencia.
Entre las demás opciones podemos encontrar las coronas dentales de resina, la cual no resulta ser una alternativa muy popular a pesar de ser, tal vez, la más económica, ya que es considerablemente frágil y puede quebrarse con facilidad. Otro tipo de coronas dentales son aquellas hechas de oro o de platino y níquel, pero estas fundas, a pesar de contar con una duración ilimitada, tienen un aspecto muy poco estético y ello las está convirtiendo en una opción casi desaparecida.
Un tipo de coronas dentales que ha mostrado una importante acogida, son aquellas creadas en zirconio, puesto que es un material con cualidades físicas similares a las del esmalte dental, permitiendo el paso (y reflejo) de luz, entre otras características, sin embargo, el zirconio es recomendable únicamente cuando funciona como sustituto o apoyo de dientes visibles frontales, puesto que al ser implementado sobre piezas traseras que reciben mayor presión (muelas), puede quebrarse. Evidentemente existen otras posibilidades como el acero inoxidable, por ejemplo.
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Cabe mencionar que las coronas dentales, o fundas, son estructuras diseñadas especialmente a la medida de cada paciente, pues es primordial conocer cada una de las dimensiones de la pieza original con el fin de no causar alteraciones negativas sobre las piezas contiguas. Del mismo modo, también es importante que el especialista tenga en cuenta la oclusión y mordida del paciente con el fin de identificar la mejor manera de proceder con el diseño de la corona, pues a pesar de tender a durar entre 15 y 20 años, la presión y los cuidados ejercidos sobre las coronas dentales hacen que su duración pueda durar más de 30 años, o menos del periodo estimado. Así mismo, cuando un paciente utiliza coronas dentales durante su proceso de ortodoncia, puede verse en una situación compleja, ya que las fundas pueden quebrarse o desplazarse, obligando al paciente a adquirir una nueva corona que se acomode a su nueva sonrisa.
No sobra decir que para promover la duración y el perfecto estado de las coronas dentales, el paciente debe llevar a cabo una higiene dental detallada, tres veces al día, al igual que asistir los controles pertinentes en la clínica. También es fundamental que el paciente cuide de su alimentación, mordida y salud dental, pues vale tener en cuenta que todos estos son agentes que no sólo afectan el estado de la corona, sino también la calidad de vida de la persona.
Colocación de una corona dental
Otro aspecto en el cual debemos hacer énfasis, es en el proceso de colocación de las coronas dentales. Dicho procedimiento tiende a completarse en dos sesiones (o visitas al dentista). Durante la primera sesión el especialista adormece el área circundante al diente en cuestión, con ayuda de la sedación consciente, y retirará todas las partes dañadas de éste, luego se procede a limar la superficie de la pieza para prepararla a recibir la corona y se rellenan las caries. Con la base limada, el médico toma las impresiones y las envía al laboratorio para fabricar la corona dental a la medida, y al final de esta primera etapa, el paciente se retira del consultorio con una corona temporal.
Durante la segunda sesión, el dentista retira la corona temporal y coloca parcialmente la corona definitiva, de la cual tomará radiografías para verificar detalladamente si ésta se ajusta correctamente a la base, y de ser así, la corona dental definitiva es cementada en su lugar.
Evidentemente el tratamiento con coronas dentales trae una gran cantidad de beneficios consigo para los pacientes que sufren diferentes afectaciones sobre alguna (o varias) de sus piezas dentales, tales como decoloración, fisuras, fracturas, etc. Actualmente, en nuestra clínica dental, no sólo estamos especializados en este tipo de procedimientos, sino que también contamos con tecnologías y materiales que garantizan que el paciente disfrute de nuevo sin preocupaciones.
Adicionalmente, a modo de broche, aclaramos que el proceso de colocación de coronas dentales no es traumático ni doloroso, así que, si te interesa recibir una solución como las coronas dentales, puedes ponerte en contacto con nosotros y en poco tiempo empezarás tu proceso para lucir una sonrisa ideal.