Es común pensar que una buena higiene bucal diaria es sinónimo de salud dental, por ello la idea de visitar periódicamente a tu dentista parece innecesaria, pero esto es un error.
Una necesidad
Como es sabido, solemos visitar el odontólogo solo cuando presentamos algún tipo de dolencia dental, queremos reponer o arreglar alguna pieza de nuestra dentadura. Pero, si es tu caso, esto solo demuestra que tienes un problema avanzado, el cual no ha contado con la supervisión debida.
Para mantener una buena salud bucal, debes seguir detenidamente estos tres hábitos:
– Una buena higiene diaria.
– Buena alimentación.
– Revisiones dentales que garanticen mantener tu dentadura saludable por más tiempo.
Prevención a través de visitas periódicas
Según estudios realizados, millones de personas no visitan a sus dentistas cada año, a pesar de conocer que los exámenes y visitas periódicas pueden prevenir enfermedades bucales graves. Solo en Estados Unidos se registran unos 100 millones anuales, según menciona un estudio del ADA.
Acudir al dentista en revisiones periódicas te garantiza la eliminación de cosas que normalmente el cepillado cotidiano no erradica, como el sarro o la placa. Igualmente, la revisión exhaustiva de lengua y garganta te ayuda a evitar infecciones dañinas.
Las revisiones previamente acordadas con tu profesional dental pueden ayudar a que problemas ya existentes no te afecten, de tal manera que pierdas piezas dentales o se desarrollen afecciones periodontales asociadas a diferentes enfermedades como el cáncer bucal. Esto te garantiza un ahorro de tiempo y dinero, además de una excelente salud bucodental.
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Visitas anuales al dentista: lista de beneficios
Si te toma tiempo visitar anualmente a tu dentista, este listado de razones de por qué hacerlo te ayudará.
1.- Prevenir el mal aliento. Es muy común que pequeñas partículas de los alimentos se acumulen en tus dientes y te provoquen mal aliento,, pero esto se corrige fácilmente con un especialista. Otros pacientes, en cambio, presentan complicaciones debido a dolencia renal, diabetes o sinusitis que también pueden provocar halitosis grave.
2.- Evitar la sensibilidad y el enrojecimiento de las encías. Estas enfermedades periodontales tienen diferentes etapas, siendo la gingivitis o sangrado una de las más leves. Pero toma tiempo detectarlas, por ello es muy importante visitar a tu odontólogo cada año.
3.- Prevenir daños mayores. El cepillado riguroso, el uso de hilo y enjuague bucal serán tus aliados. Sin embargo, el cuidado preventivo que incluye limpiezas profesionales, exámenes y tratamientos con flúor completarán el círculo de cuidado que tus dientes necesitan y serán como una barrera protectora ante enfermedades dentales comunes.
4.- Cuidados por el paso de los años. Ya siendo adultos, somos más susceptibles a ciertas afecciones dentales como acumulación de placa o enfermedades en las encías. Por ende, es vital que no dejes pasar tus visitas al odontólogo.
5.- Sonrisa mucho más blanca. Las visitas de rutina que hagas al dentista lograrán que tu sonrisa se vea y se sienta más saludable. Los tratamientos de remoción de placa de lugares de difícil acceso y de tus encías lograrán lo que el cepillo por sí solo no hace.
6.- Evitar pérdida de piezas dentales. Con ayuda de las limpiezas profundas se evitará que tus dientes se desgasten o se rompan. Además, la durabilidad de empastes se optimiza en cada visita que haces a tu dentista.
7.- Cuidado de otras enfermedades. Según estudios, enfermedades como bruxismo o la apnea del sueño pueden asociarse al desgate que sufre nuestra dentadura, provocando dolores de cabeza, mandíbula, cuello y oído muy severos.
Mantener una higiene bucal adecuada reporta beneficios a largo plazo para cada uno, por ello, no debes olvidar periódicamente hacerte una . De esta manera, no solo estarás cuidando tu salud sino que evitarás dolores y gastos innecesarios.