Dr. David de Paz Rueda, Autor en Zendental - Página 11 de 18

¿Te vas a poner un implante dental? Lo que debes saber

Si estás pensando en iniciar un tratamiento con implantes dentales, debemos decirte que es la decisión más acertada pues, como es bien sabido, nuestra boca es una parte vital de nuestro cuerpo.

No solo es el canal mediante el cual ingresan todos los alimentos a nuestro organismo, sino que también es un elemento fundamental para nuestras relaciones personales.

Es decir, nuestra boca cumple con funciones tanto físicas como estéticas, por lo que es crucial mantenerla en perfecto estado. No obstante, nuestra sonrisa es tan delicada como importante, por lo que resulta relativamente sencillo perder una pieza dental y desmejorar su imagen sea por motivos de higiene, contusiones, afectaciones óseas o infecciones.

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Teniendo esto en cuenta, la colocación de implantes dentales se ha convertido en la solución más recomendada por especialistas ya que, además de restaurar las cualidades funcionales y estéticas de la sonrisa, evitan el desarrollo de consecuencias en cadena, como la absorción del tejido óseo y el desplazamiento de los demás dientes, por lo que no tiene caso sopesar beneficios frente a costos.

Entonces, ya que estás ad portas de tu tratamiento con implantes, a continuación vamos a explicarte algunos datos que debes tener en cuenta antes de iniciar:

¿Qué son los implantes dentales?

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Cuando hablamos de implantes dentales, nos referimos a elementos artificiales que son fijados de manera quirúrgica en la base ósea maxilar del paciente con el fin de restaurar las características funcionales de la mordida y estéticas de la sonrisa.

Estos elementos se dividen en tres partes:

● El implante dental es la base en forma de tornillo fabricada en titanio y que se adhiere naturalmente al hueso.

● El pilar es una pequeña parte intermedia que sobresale levemente sobre el tejido blando.

● Y, finalmente, la corona, la cual está fabricada en porcelana y es semejante a un diente normal.

Existen diferentes tipos de implantes dentales que cumplen funciones específicas, pero todos están fabricados de materiales completamente biocompatibles, lo cual evita cualquier reacción inmunitaria negativa.

¿Cómo se colocan?

Para colocar los implantes dentales, el paciente debe estar bajo sedación asistida. El especialista realiza una pequeña incisión sobre los tejidos blandos en la zona a tratar, los aparta y con ayuda de tornos especializados abre un espacio en el hueso maxilar suficiente para colocar la base del pilar. Posteriormente se sutura y se espera un periodo de recuperación y osteointegración.

Una vez el pilar ha sido asimilado correctamente, el dentista coloca los pilares y la corona, lo cual da por finalizado el proceso de colocación.

¿Qué cuidados debes tener?

Naturalmente, al tratarse de una intervención quirúrgica, los especialistas recomiendan que el paciente no mastique alimentos sólidos durante el periodo de recuperación. Asimismo, evitar morder cualquier elemento demasiado duro una vez la recuperación se ha finalizado para evitar quiebres (aunque éstos no son muy frecuentes).

Para la higiene, los implantes dentales pueden ser limpiados al igual que cualquier otro diente, por lo que el paciente puede mantener su rutina de cepillado común y corriente. No obstante, se recomienda el uso de cepillos interproximales para evitar la acumulación de placa bacteriana en los espacios más pequeños.

¿Son para toda la vida?

Aunque los implantes dentales son una alternativa de gran duración, no son necesariamente permanentes, por lo que pueden ser retirados para mantenimiento, reemplazo o de manera definitiva para utilizar otras soluciones.

¿Qué posibles afectaciones pueden tener?

Aunque existe el mito sobre el “rechazo de implantes dentales”, éstos no representan amenaza para el organismo gracias a su fabricación. No obstante, no son éstos pueden llegar a verse afectados por enfermedades como la periimplantitis, la cual es una inflamación grave alrededor de la base del implante y puede generar la pérdida del tejido óseo alrededor de éste, además de inflamación y sangrado.

La manera de evitar estas enfermedades, es manteniendo una dieta adecuada al igual que una rutina de higiene adecuada.

Cáncer Oral: prevención y detección precoz

Vamos a ver las maneras que tenemos de luchar contra esta patología en nuestro día a día.

Lo primero de todo, la prevención, es la primera barrera de defensa con la que contamos. Y dicha prevención debemos comenzarla desde la alimentación…

prevencion

¿Cómo?

  1. Tomando diariamente cinco o más raciones de frutas y verduras
  2. Consumiendo otros alimentos de origen vegetal como pan, cereales, legumbres, pasta o fibra varias veces al día.
  3. Limitando la ingesta de alimentos ricos en grasa, especialmente de origen animal, cuidado con el consumo excesivo de carne , especialmente con alto contenido en grasa.
  4. Realizar actividad física diaria durante 30 minutos al menos, esto nos va a ayudar a mantenernos en un peso saludable.
  5. Limitar consumo de alcohol.
  6. No fumar, y por supuesto evitar la combinación de fumar y beber alcohol.
  7. Evitar las infecciones de transmisión sexual.

Otra barrera con la que contamos para luchar contra el cáncer es la auto exploración de la boca periódicamente  pero…¿Cómo realizarla?

Nos situaremos frente al espejo y si tenemos algún tipo de dentadura postiza la retiramos.

  1. Miraremos los labios y las encías para ello nos ayudaremos de las manos, doblamos labio superior e inferior hacia afuera y observamos la mucosa.
  2. Con la boca abierta, y con la ayuda del mango del cepillo de dientes mismamente tiramos de la cara interna de las mejillas hacia arriba, hacia abajo y hacia atrás, observamos las mucosas, su color, su textura…
  3. Sacamos la lengua( recordemos que gran parte de los cánceres orales asienta en bordes laterales de la lengua), y la movemos hacia el lado izquierdo observándolo detenidamente en toda su extensión, hacia el derecho y miramos también  cuidadosamente y por último la subimos hasta el paladar y nos fijamos bien en su cara interna.
  4. A continuación miramos el suelo de la boca, justo debajo de la lengua.
  5. Y por último echamos la cabeza hacia atrás y con la boca muy abierta observamos el paladar.

Os preguntaréis…¿ qué buscamos?

Buscamos cualquier bulto, dureza, llaga, herida o sangrado sin causa aparente. También debemos estar alerta a cualquier placa blanca o roja que aparezca y no desaparezca al pasar el dedo por encima de ella.

Otros signos que nos deben alertar y deben hacernos pedir cita con nuestro odontólogo son:

  • dolor al hablar
  • dificultad para tragar( no relacionado con un catarro)
  • dificultad en la apertura bucal,zonas de hormigueo
  • anestesia en la boca
  • movilidad dentaria de comienzo agudo sin causa aparente.

En caso de encontrar cualquier anomalía, es fundamental consultar con nuestro dentista.

 

Cordales Incluidos, ¿Me los quito o no?

Lo primero que me gustaría es haceros una definición del planteamiento

Los terceros molares, muelas del juicio o cordales erupcionan entre los 18 y los 24 años, aunque hay un amplio rango.

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Las piezas dentarias pueden estar:

–          Incluidas, si están completamente metidas en el hueso maxilar, cubierto por tejido blando y total o parcialmente por hueso.

–          Semi-inlcuidas cuando no ha conseguido erupcionar su posición normal, pero se encuentra parcialmente visible.

–          Impactadas, cuando el cordal está incluido y rodeado totalmente por hueso.

Aunque cuando hablamos de cordales incluidos nos referimos tanto a los inferiores como a los superiores, la mayor parte de ellos son inferiores. Los cordales superiores suelen dar menos problemas y más sencillos de extraer pero cuando están retenidos tienen riesgos tan importantes como los inferiores.

Yo tenía un profesor catedrático de cirugía que decía que “Todo diente retenido en potencia es un quiste” y razón no le faltaba ya que pueden provocar problemas como infecciones locales, daños a las piezas vecinas, problemas en la articulación por falta de espacio…

El daño y el postoperatorio (lo que en medicina conocemos como morbilidad) suele trascurrir con dolor e inflamación y lesiones en la mucosa. Pueden suceder complicaciones del tipo nerviosas (anestesias, cortes) u óseas (fractura de tablas óseas) o dentarias (rotura de dientes vecinos…)

Por todo ello es necesario quedarnos con un concepto claro. No se puede estar a favor ni en contra de la extracción de cordales. Ello dependerá de la situación particular de cada muela en un paciente concreto. Por lo que es muy importante hacer una historia completa médica y dental, así como una exploración clínica (intraoral y extraoral) junto con un análisis radiológico antes de emitir un juicio sobre la indicación o no de la extracción.

 

¿Es común la extracción de muelas endodonciadas?

Cuando realizamos una endodoncia, hay que tener en cuenta que no sólo eliminamos el nervio del diente.

Junto a él, y formando el paquete vasculo-nervioso, se encuentran una vena y una arteria, que nutren la pieza. De este modo, al dejar de recibir aporte sanguíneo, el diente se vuelve mucho más frágil y quebradizo.

Es común la extracción de muelas endodonciadas

Para intentar evitar la pérdida de la pieza endodonciada, debemos restaurarla de forma adecuada. Dependiendo de la cantidad de tejido dentario perdido, la restauración puede ir desde una reconstrucción con composite o una incrustación, hasta una funda sobre un perno-muñón colado.

Cuando la pérdida de diente ha sido muy grande, debemos reconstruir y colocar una corona o funda, para evitar fisuras, ya que si sólo endodonciamos el diente y no nos preocupamos de devolverle la resistencia perdida, probablemente meses después sufra una fractura que podrá terminar en extracción prematura del mismo.

Por otro lado una endodoncia no evita que se pueda volver a producir caries. En este caso el diente no nos dará la voz de alarma, ya que, al no tener inervación, no percibiremos dolor alguno.

Por ello, debemos tener una buena higiene bucal y realizar revisiones periódicas, que garanticen el perfecto estado de todos y cada uno de nuestros dientes y sus restauraciones.

 

 

Estética dental. ¿Capricho o necesidad?

Hace no demasiado tiempo la odontología basaba el éxito o fracaso de un tratamiento exclusivamente desde un punto de vista funcional.

Es decir, si podíamos dar solución funcional al problema del paciente dicho tratamiento se consideraba un éxito.

brackets metálicos y estéticas

Desde finales de los años 90 se han establecido como criterios de éxito en un tratamiento dos parámetros, un parámetro meramente funcional y un parámetro estético. El éxito del tratamiento dental se debe medir no solo desde un punto de la rehabilitación funcional sino también desde un punto de rehabilitación de la estética dental.

La consecución de ambos parámetros va a ser lo que va a medir el éxito de nuestro tratamiento. Podemos poner como ejemplo las prótesis primigenias sobre implantes en las cuales podíamos ver que primaba sobre todo el punto de vista funcional siendo absolutamente secundario el punto de vista estético, dando como resultado prótesis funcionales pero que no se sentían ni naturales ni propias haciendo que el paciente tuviera en su interior una desconfianza al resultado final de su tratamiento.

Pero a medida  que tanto los materiales como técnicas fueron mejorando, impulsado a su vez por una mayor exigencia de los pacientes, la importancia del resultado estético se ha igualado con el del resultado funcional. Esto hace que cuando nos planteemos llevar a cabo cualquier tipo de restauración tengamos muy presente el resultado final sobre el paciente y que este sea muy consciente de que puede esperar de nuestro tratamiento.

resonancia-magnetica-con-implantes-dentales

También debemos saber transmitir al paciente que es posible y que no es posible en función de su situación clínica, evitando generar falsas expectativas, y de esa forma rechazo o desaprobación frente a un tratamiento adecuado  y estético.

Con todo esto concluimos que no es un debate entre necesidad y capricho sino que la estética es una parte ya implícita en un tratamiento que debe ser parte del mismo desde el momento en que decidimos llevarlo a cabo.

Podéis ver todos los tratamientos así como las diferentes opciones estéticas en este enlace.

 

 

Cordales, ¿es necesaria su extracción?

Cuando un paciente tiene dolor causado por una muela del juicio se debe hacer una evaluación.

En esta se debe incluir una evaluación médica completa, una evaluación intra y extra oral así como una exploración radiológica: ortopantomografía.

Otra causa por la que el paciente acude al dentista pidiendo la extracción de las muelas del juicio es por el apiñamiento dental.

En principio, entendemos que no se debe quitar una pieza dentaria sin una causa que lo justifique, ya que toda cirugía entraña algún tipo de riesgo y complicación.

Podemos enumerar algunas indicaciones para la extracción de cordales:

  • Infección previsible
  • Dolores recurrentes
  • Infecciones en relación al cordal ya sea por su intento de erupción o dentaria en sí misma
  • Se ha de extraer un cordal incluido antes de un tratamiento de radioterapia o de una cirugía cardiaca
  • cuando esté causando daño al diente vecino
  • Por indicación de un ortodoncista
  • Cuando producen el síndrome del CAT (Compromiso de la articulación temporomandibular) Esto solo ocurre con los cordales superiores
  • Hay unas indicaciones para la no extracción de los cordales incluidos
  • Cuando hay espacio para su erupción
  • Cordales muy profundos y en relación con el canal del nervio dentario
  • Para evitar un apiñamiento
  • En pacientes con patologías complicadas

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Es importante valorar cada caso y elegir el profesional que va a atendernos, ya que la extracción de un cordal incluido tiene asociados unos riesgos que se han de valorar antes de tomar la decisión.

En ocasiones el profesional más adecuado para realizar este tipo de extracciones es el cirujano máxilofacial.

Falta de hueso para implantes, una opción, elevación de seno maxilar

Una de las causas que puede ocasionar inconvenientes a la hora de llevar a cabo la instalación de implantes dentales es la falta de hueso

En este post vamos a intentar explicar porqué se produce esa pérdida ósea y algunas de las opciones que existen para poder solucionarlo

maxilofacial-hueso

Normalmente las situaciones de pérdida de hueso son complicadas en aquellas situaciones donde encontramos estructuras fisiológicas cercanas, senos maxilares, nervio facial, o aquellas que impiden una correcta instalación del implante ya sea por falta de hueso a nivel vertical como horizontal. En la mayoría de los casos esta pérdida de hueso es debida a la propia pérdida de piezas dentales, ya sea porque no se ha sustituido como porque dicha sustitución no se haya llevado a cabo de forma correcta. El hueso es un tejido vivo y funcional, es decir está diseñado para soportar carga y cuando dicha función desaparece por la pérdida del diente el hueso se reabsorbe y da lugar a que haya una menos cantidad de hueso disponible para poner el implante. Esta reabsorción se va agravando a medida que va pasando el tiempo haciendo que la perdida ósea sea mayor y por tanto estén mas comprometidas determinadas estructuras fisiológicas.

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Afortunadamente durante los últimos años el desarrollo tanto de técnicas como la mejora de los materiales nos permite afrontar con exito y garantía estos tratamientos. Debido al desarrollo de los implantes durante los últimos años, podemos usar implantes de una longitud menor que nos permiten abordar estas situaciones tan comprometidas. A su vez diferentes técnicas de regeneración ósea permiten aumentar tanto el volumen como la cantidad de hueso presente en el maxilar, lo que hará que las posibilidades de éxito del tratamiento aumente de forma exponencial.

Seno Maxilar

Dentro de las diferentes técnicas de regeneración ósea que podemos encontrar esta la elevación del seno maxilar. Antes de profundizar sobre la técnica vamos a explicar que es un seno maxilar. El seno maxilar o antro de Highmore es una de las cavidades que conforma los senos paranasales   en la cara, de ellas es la cavidad más grande y es de forma piramidal, en la siguiente foto podéis ver como es. Lo que realmente vamos a elevar es la membrana que se encuentra entre el hueso del maxilar superior y la cavidad del seno. Para ello, se tiene que realizar una corte en forma de ventana  en la encía llamada colgajo, una vez que hemos llevado a cabo el colgajo realizaremos unas pequeñas perforaciones en el hueso para acceder hasta la membrana, separaremos la membrana del hueso y la levantaremos con suavidad, esto generará una cavidad en la cual insertaremos el material de relleno, hueso artificial junto con hueso autóctono del paciente. Fijamos el material usando una membrana y suturamos el colgajo.

No procederemos a la instalación de los implantes hasta que el injerto haya madurado y gracias a la elevación de seno tendremos la cantidad de y longitud de hueso necesaria para poder instalar los implantes.

¿Es recomendable extraer las muelas del juicio?

 La mayoría de los pacientes acudís a la consulta convencidos de la extracción de las muelas del juicio, ¿es necesario? 

Solo si nos provocan molestias o pueden suponer un problema para nuestra salud bucodental.

extraccion-muelas-juicio

Podemos enumerar algunas indicaciones para la extracción de cordales:

  • Infección previsible
  • Dolores recurrentes
  • Infecciones en relación al cordal ya sea por su intento de erupción o dentaria en sí misma
  • Se ha de extraer un cordal incluido antes de un tratamiento de radioterapia o de una cirugía cardiaca
  • Cuando esté causando daño al diente vecino
  • Por indicación de un ortodoncista
  • Cuando producen el síndrome del CAT (Compromiso de la articulación temporomandibular) Esto solo ocurre con los cordales superiores

Hay algunos casos en los que no se recomienda sacar la muela:

  • Cuando hay espacio para su erupción
  • Cordales muy profundos y en relación con el canal del nervio dentario
  • Para evitar un apiñamiento
  • En pacientes con patologías complicadas

Es importante valorar cada caso y elegir el profesional que va a atendernos, ya que la extracción de un cordal incluido tiene asociados unos riesgos que se han de valorar antes de tomar la decisión.

¿Tienes las encías inflamadas?

Uno de los problemas más comunes de la boca es la inflamación de encías.

Es muy habitual que tendamos a pensar que nuestras encías sangran un poco porque es algo normal, que nos ha venido ocurriendo desde siempre.

Lejos de eso, la inflamación gingival puede llegar a provocar la pérdida de piezas dentarias si no se trata a tiempo.

Tanto niños como adultos pueden sufrir esta enfermedad, si bien es cierto que, generalmente, el problema se agrava al llegar a edad adulta. Desde el momento en el cual percibimos que nuestro cepillo queda manchado de sangre, debemos poner solución.

Si la encía empieza a sangrar, por poco que sea, significa que esa encía está inflamada, debido a un cúmulo de sarro y/o placa bacteriana. Si no lo tratamos a tiempo, esa inflamación pasará al hueso que da soporte a los dientes, haciendo que éste se vaya perdiendo y, por consiguiente, que los dientes se empiecen a mover.

periodontitis

Dependiendo de la fase en la que se encuentre la enfermedad, el tratamiento será diferente, y las revisiones se pautarán de forma distinta. Variará desde una limpieza dental o profilaxis, cuando tengamos una inflamación gingival leve, a una cirugía periodontal, en casos de gran pérdida ósea y movilidad moderada o grave de los dientes, pasando por curetajes o raspajes en estadios intermedios del problema.

Las revisiones deben ser periódicas y durante toda la vida, especialmente en edad adulta. La frecuencia de las mismas dependerá de lo controlado que esté el paciente, pudiendo e necesarias incluso cada tres o cuatro meses.

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Por todo ello tenemos que saber que la periodontitis (fase en la cual ya ha habido afectación ósea) es una enfermedad que no se cura, sino que sólo podemos detenerla con un correcto tratamiento y así tenerla totalmente bajo control. Gran parte del éxito de un tratamiento de encías depende de la constancia en las revisiones y sobre todo de la rapidez a la hora de abordarlo.

¿Quieres saber cómo acabar con el mal aliento?

Son muchas las personas que padecen halitosis, pero no tantas las que son conscientes de ello. 

Primero porque uno se acostumbra a los olores cercanos que tiene de forma continua y por otro lado porque lo más frecuente es que nadie le diga: “te huele la boca” o “tienes el aliento fuerte”. Incluso a mi misma me cuesta decirlo en muchas ocasiones a mis propios pacientes, porque sin quererlo se interpreta con una crítica y no como un diagnóstico.

Desde aquí me gustaría ayudaros para que sepáis si podéis padecer halitosis y cómo resolverlo.

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Es importante poder averiguar la causa del mal aliento para poder poner remedio. Entre las causas más frecuentes está:

Falta de higiene oral adecuada. No basta con limpiarse los dientes una o dos veces al día. Hay que hacerlo después de cada comida, usando también la seda dental para los espacios interproximales y acabando con un colutorio. Es importante recordar que la lengua también necesita ser limpiada, o bien con el cepillo o un rascador de lengua.

Fumar, a parte de tener muchos efectos nocivos sobre nuestra salud además causa siempre mal aliento.

La digestión de ciertos alimentos produce unos gases que provocan halitosis temporal. Así como determinadas bebidas. El café es una de ellas.

Problemas digestivos, infecciones respiratorios, sinusitis crónicas… provocan halitosis. Si es necesario hazte algún chequeo médico.

Infecciones orales o acumulo de sarro en las encías provocan a parte de una mala imagen de éstas, un olor muy característico y desagradable. Por ello es importante que te hagas una revisión con tu dentista al año.

Xerostomía o boca seca: es una enfermedad que presenta un flujo de saliva disminuido. Esta sequedad bucal también se asocia a la halitosis, además de a frecuentes heriditas intraorales. Se suele dar en pacientes ancianos o polimedicados. Determinados fármacos (como los antidepresivos) también disminuyen la cantidad de saliva. Para ello hay una gama de productos de farmacia que ayudan a humectar la boca de diferentes modos; por ejemplo con spray bucal o geles…

En Zen Dental podemos ayudarte a descubrir la causa de tu mal aliento y poner solución al problema.