Aunque los implantes dentales no sean tan propensos a desarrollar infecciones, es importante mantener una higiene cuidadosa para evitar malestares y daños
En el caso de los pacientes que han perdido una pieza dental por causas tales como un traumatismo o una infección, los especialistas recurren a diferentes métodos que solucionan estética y funcionalmente el malestar de la persona. Entre las diferentes soluciones podemos encontrar los implantes dentales, los cuales tienden a ser considerados como la alternativa más recomendada por los especialistas gracias a sus cualidades. Sin embargo, a pesar de su bondades, los implantes dentales también requieren una serie de cuidados necesarios para garantizar su duración, así como la salud del paciente que los lleva.
Los implantes dentales son elementos sintéticos fabricados en materiales biocompatibles y resistentes, y ello hace que biológicamente éstos no tengan la capacidad de albergar y/o generar caries u otras bacterias corrosivas en su superficie. No obstante, el tejido que circunda al implante sigue siendo material orgánico, lo cual sugiere que es proclive a incubar bacterias que pueden resultar en enfermedades como la periodontitis, gingivitis, o especialmente la periimplantitis. En ese orden de ideas, Zen dental propone una rutina adecuada para mantener la higiene de los implantes dentales:
1. CONTROLAR LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS
Independiente a la probabilidad de padecer de caries sobre los implantes dentales, los especialistas recomiendan que el paciente controle sus hábitos alimenticios; reduciendo el consumo de golosinas y demás víveres que contengan elevados índices de azúcares, pues a causa de la pérdida del diente original, el tejido gingival se retrae un poco, permitiendo que los residuos de comida se adhieran a la base del implante y, en efecto, se acumule placa bacteriana que puede traer como consecuencia la irritación de las encías y futuras enfermedades. Del mismo modo, el consumo de alimentos con altas cargas de colorante también deben ser extremadamente mesurado, pues en algunos casos éstos pueden llegar a manchar la superficie de la corona del implante.
2. UTILIZAR CEPILLOS INTERPROXIMALES, HILO Y ENJUAGUE
A la hora de llevar a cabo la rutina de limpieza general de los dientes, debemos tener en cuenta que no queremos perjudicar la superficie de los implantes dentales ni el tejido blando que lo rodea, por tal motivo se recomienda utilizar cepillos blandos sobre el implante y realizar pequeños movimientos circulares con éste. Además, como fue mencionado anteriormente, en algunos casos la encía debajo del implante se ha retraído un poco, creando una pequeña cavidad con tendencias a acumular residuos, y es por esto que se debe hacer uso de los cepillos interproximales, los cuales limpian los espacios más pequeños que puede haber entre el implante y los dientes contiguos, al igual que el espacio entre la corona del implante y la encía. Por el resto, es necesario mantener el hábito del hilo dental y el enjuague bucal, con el fin de reducir al máximo la posibilidad de la creación de placa bacteriana.
3. USAR EL IRRIGADOR ORAL
No es obligatorio, pero algunos especialistas recomiendan que el paciente haga uso del irrigador oral, cuya función es rociar los dientes con un fino chorro de agua a presión, el cual ayuda a remover las bacterias más adheridas. El irrigador oral, o Whaterpik, es especialmente útil a la hora de remover el sarro acumulado en la base de los dientes, así como en el espacio que existe entre uno y otro.
4. LA REGLA DEL 2 X 3
Naturalmente, trátese de pacientes con implantes dentales o no, los odontólogos recomiendan que todas las personas lleven a cabo sus rutinas de limpieza oral tres veces al día (después de cada comida), y cada una de estas rutinas debe tener una duración de, por lo menos, dos minutos. Claro, al principio ello puede resultar algo tedioso e incluso exagerado, pero si utilizamos un cronómetro que nos ayude a llevar el tiempo de cada sesión, al cabo de un mes habremos adoptado un hábito y todo será más sencillo. Además, los beneficios de una higiene alrededor de la regla del 2×3 serán palpables al mantener una boca saludable y reluciente.
5. ASISTIR A CONTROLES ODONTOLÓGICOS REGULARMENTE
Del mismo modo que las rutinas de aseo bucal diario, las citas a controles odontológicos deben ser aplicadas por pacientes con o sin implantes dentales. Empero, las personas que tienen implantes deben tener un control más riguroso aún para conocer la evolución del tratamiento y evitar cualquier complicación. Recuerda que las visitas al odontólogo deben ser, por lo menos, una o dos veces al año.
Entonces, en vista de la importancia y la utilidad de contar con un implante dental para resolver la pérdida de una pieza dental, los cuidados que debemos tener con éstos deben ser igualmente dedicados y así garantizar unos resultados ideales.
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